El gobierno paraguayo declaró ayer el “alerta roja sanitaria” debido al aumento sostenido y al récord de contagios de Covid-19, en un clima convulso de manifestaciones contra la administración del presidente Mario Abdo Benítez por el manejo de la crisis.
Al anunciar la emergencia, el Ministerio de Salud rogó mediante un comunicado “encarecidamente a la población a tomar conciencia y evitar situaciones que puedan poner en riesgo la salud individual y colectiva”.
Asimismo, manifestó su preocupación por el alto grado de aglomeración en diversas actividades y el bajo acatamiento de las medidas sanitarias, que podrían repercutir negativamente en la salud de la población y en consecuencia llevar al sistema sanitario a un colapso.
Las autoridades exhortaron a cumplir estrictamente las medidas sanitarias, como usar correctamente el barbijo, cubriendo la nariz hasta el mentón, conservar la distancia física en todo momento, lavarse correctamente las manos y mantener los ambientes ventilados. También instaron a evitar las aglomeraciones, reducir el tiempo y la frecuencia de encuentros y reuniones, además de postergar toda actividad no esencial, mientras se preparan nuevas protestas.
Tras varios meses de mantener relativamente a raya la pandemia, con un número manejable comparado con otros países de la región, la situación se revirtió recientemente de manera acelerada. El Ministerio de Salud reportó ayer 1817 casos, para un total a 169.860 y 3343 muertos.
Según el Ministerio de Salud, en caso de no tenerse en cuenta las recomendaciones, en dos semanas se verá la sobrecarga de los hospitales y más muertes, por lo que recomendaron a las instituciones públicas y privadas, asociaciones, clubes, partidos políticos, medios de comunicación y a la sociedad en general a tomar conciencia de la situación a fin de evitar un impacto mayor.
Estudiantes, profesionales y empleados, habitantes de la zona urbana sin un liderazgo político visible, llamaron en tanto a manifestarse por quinto día consecutivo, con la consigna “hasta que se vaya Marito”, nombre con el que se conoce popularmente al mandatario de 47 años.
Los manifestantes lo acusan por la falta de insumos para enfrentar la pandemia e inoperancia para conseguir vacunas contra el Covid-19. “Los que se movilizan hoy son en su mayoría ciudadanos de la clase media, la que sale muy pocas veces a la calle. La gente se hartó de los negociados y robos escandalosos en nombre de la pandemia”, dijo el senador opositor Víctor Ríos, del Partido Liberal.
