Brasil: el ministro de Salud le ganó la pulseada a Bolsonaro y se quedará en su cargo

El ministro de Salud de Brasil, Luiz Mandetta, anunció que finalmente se mantendrá en el cargo luego de ganarle la pulseada al presidente Jair Bolsonaro, quien lo quiso echar y fue advertido por sus asesores militares y los líderes del Congreso las consecuencias graves consecuencias que esa decisión acarrearía para la continuidad de su administración.

El ministro de Salud afirmó «Vamos a seguir», y reveló que sus asesores ya le habían vaciado los cajones de su despacho porque daban por seguro su despido. Según las encuestas, duplica a Bolsonaro en popularidad.

Bolsonaro desde hace dos semanas se opone a las medidas de cuarentena de los estados y apoyó el regreso al trabajo, llamando a la población, mediante pastores evangélicos, a ocupar las calles, mientras retrasaba las ayudas oficiales para el freno a la actividad. El presidente había tomado la decisión de expulsar al ministro de Salud, el lunes durante un almuerzo con el diputado, médico y ex ministro de Ciudadanía, Osmar Terra, quien apoya al presidente en la decisión de no llevar adelante la cuarentena.

Pero durante la tarde del lunes, Mandetta tuvo un fuerte apoyo popular, luego de los cacerolazos a su favor en barrios de Río de Janeiro, San Pablo y Brasilia, lo que fue clave para que Bolsonaro no ejerciera la amenaza del domingo contra «los ministros que se creen estrellas».

«Vamos a seguir porque para enfrentar a nuestro enemigo; nuestro enemigo tiene nombre y apellido, el Covid-19: hay que defender la ciencia, la planificación, un médico no abandona a los pacientes», afirmó Mandetta.

Según Mandetta fue un día «duro y de tensión» con «cajones que fueron vaciados». «El fin de semana estuve leyendo ‘La caverna’, de Platón; lo leo desde los 14 años y nunca entiendo», dijo el traumatólogo. «El mito de la caverna» -tal el título completo del texto- trata de un grupo de personas que cree que las sombras proyectadas en las paredes son la realidad.

El mensaje fue dirigido a los terraplanistas, como se le dice al ala ideológica comandada por el astrólogo de ultraderecha Olavo de Carvalho, líder conceptual de los hijos de Bolsonaro, el canciller Ernesto Araújo y el ministro de Educación, Abraham Weintraub.

La presión política en Brasilia subió cuando fuentes del gobierno citadas por el diario O Globo, dijeron que el diputado Osmar Terra, quien descree de la línea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sería el reemplazante de Mandetta.

En ese momento Bolsonaro convocó a la “mesa chica” integrada por el jefe de gabinete, general Walter Braga Neto; el ministro de la Secretaría General, el General Eduardo Ramos; el jefe de Gabinete de Seguridad Institucional, el General retirado Augusto Heleno, y el canciller, Ernesto Araújo.

Además Mandetta fue defendido por un grupo empleados del Ministerio de Salud, que dieron un «abrazo» al edificio en Brasilia para ensalzar al médico traumatólogo.

Con el aumento de la crisis entre Bolsonaro y Mandetta en medio de la pandemia y alertas sobre hospitales y cementerios colapsados en pocas semanas, el ministro de Salud les contó a sus interlocutores que sólo dejará el gobierno si lo echan.

Por su parte el Ejército lanzó un documento alineado con la OMS y el ministro Mandetta mediante un trabajo de su Centro de Estudios Estratégicos, pero pocas horas después el informe había desaparecido de la página de la fuerza, lo cual se interpretó como una victoria del ala radical e ideológica del gobierno.

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