Cómo es la Cancillería que piensa Gerardo Werthein y la «limpieza» que busca completar

El reemplazante de Diana Mondino en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto planea darle una impronta similar a la que busca la Casa Rosada: con una auditoría estricta del control de mandos. La agenda nutrida que se viene.
La Cancillería atraviesa una nueva fase del proceso de cambio que transitaba desde que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, había intervenido la gestión de la ministra saliente Diana Mondino. Con la designación del embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein, como su sucesor, la Casa Rosada planea jugar fuerte al interior de la cartera ministerial, con alguien que está dispuesto a aplicar las reglas que proponen los Milei y hacer un control severo sobre la diplomacia.
Pareciera ser esa la óptica que buscó dejar en claro en su primer comunicado difundido a la prensa ayer, cuando se dio a conocer la noticia de su designación: «En nuestro país hay una sola política exterior: la que define el presidente. Y todo el equipo de la Cancillería estará alineado con esa visión. Modernizaremos nuestra diplomacia y optimizaremos los procesos para que Argentina brille en la escena global, asegurando una transición ordenada».
El actual representante en el país norteamericano no volverá al país hasta que finalicen esas elecciones y se conozca un ganador. No significa que mientras tanto no se estén coordinando los cambios de nombres que habrá en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que sigue teniendo una estructura con un mix de funcionarios designados por Mondino al llegar al poder y otro par surgidos de la intervención de Karina Milei en esa cartera.
Los que están por dar el paso al costado son la subsecretaria de Política Exterior, Marcia Levaggi y el director de Organismos Internacionales, Alejandro Torres Lépori. Ambos responden a Leopoldo Sahores, el exvicecanciller que fue desplazado semanas atrás a pedido de la mesa chica libertaria en Casa Rosada.
La poda de secretarios y «subses» se espera en prácticamente toda la plana de la Cancillería. Hay unos pocos nombres que se salvan y que están asegurados por el triángulo de hierro.
Uno de ellos es el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, muy cercano a Santiago Caputo y de todo el esquema libertario, al que acompaña desde el lanzamiento de Milei en 2021. El otro es el flamante vicecanciller Eduardo Bustamante, que a pesar de tener un estrecho vínculo con la línea PRO de la Cancillería fue aprobado por la secretaria general de la Presidencia. Incluso, la relación entre ellos es cercana y Karina le pidió que lo acompañe a la gira que emprendió a París por la Marca País.
Mientras tanto, desde la Casa Rosada afirman que «todos están en evaluación», una impronta similar a la que la Oficina del Presidente indicó ayer en el comunicado de salida de Mondino. «El Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad», afirmó.
Gerardo Werthein al llegar el año pasado al Hotel Libertador
En el Gobierno no dieron detalles de cómo serán esas auditorías. «Todavía no están definidos los alcances ni los pormenores», se limitó a decir el vocero presidencial Manuel Adorni este jueves.
En privado, diferentes funcionarios reconocen que se trata de un accionar que tiene difícil alcance: «Tienen un régimen muy específico». El cuerpo diplomático está regido por la Ley de Servicio Exterior (N° 20.957) y restringe las formas de remoción a unas pocas, las cuales evitan la discrecionalidad del gobierno de turno.
El nuevo canciller llega empoderado por la confianza que tiene de parte de los hermanos libertarios. En particular, Werthein conoció a Milei a través de su hijo Gregorio. Una vez ganadas las elecciones, el empresario prestó su avión para que el presidente electo, Luis Caputo, Nicolás Posse, Karina Milei y Santiago Caputo viajarán a Nueva York y Washington para reuniones clave con la Casa Blanca, el FMI e inversores de Wall Street.
Ya como embajador, acompañó a Milei en reuniones con el BID, el G7 y Davos; viajes en los que no estuvo Mondino.
Werthein sabe que tiene una agenda nutrida para su debut como canciller. El 18 y 19 de noviembre deberá estar en Brasil para cuando se celebre la Cumbre del G20. Unos días antes estará en el país el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y hacia finales de mes vendrá de visita la presidenta de Italia, Giorgia Meloni.

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