Coronavirus: Alemania prohibió por ineficaces los barbijos de tela y tapabocas caseros

La canciller alemana Angela Merkel y los gobernadores regionales acordaron imponer el uso obligatorio de barbijos quirúrgicos de protocolo «FFP2» (equivalente al N95). La medida fue dispuesta luego del crecimiento de casos en ese país y tras prohibir los barbijos de tela o tapabocas caseros en el transporte público y negocios.

Las autoridades alemanas acordaron además extender el teletrabajo de modo que el empleador deberá ofrecer esa opción a sus trabajadores siempre que sea posible.

Más de 900 personas murieron por coronavirus en las últimas 24 horas en Alemania y se elevó así a casi 53 mil la cantidad de víctimas fatales que dejó hasta el momento la pandemia en ese país europeo.

En la misma línea que Alemania, el gobierno austríaco estableció este martes el uso obligatorio de barbijos tipo FFP2 en comercios, transporte público, mercados, e instalaciones donde se proporcionen servicios, como talleres mecánicos, y edificios públicos. Al mismo tiempo, se amplió la distancia de seguridad para evitar contagios a dos metros.

Francia también desaconsejó el uso de los tapabocas de tela.

Los barbijos del tipo FFP2 son las mascarillas que más protegen contra el coronavirus. En todo el mundo son utilizados por el personal de salud que trabaja en la primera línea de la pandemia, pero en las últimas semanas también comenzaron a ser una opción para el resto de la población.

Las mascarillas FFP2 o N95 son muy seguras, ya que bloquean el 95% de las partículas más finas (alrededor de 0,6 micrómetros). De modo que protege al que lo utiliza y al entorno, no permitiendo el pasaje del virus en ambas direcciones.

Este tipo de barbijos es de uso casi exclusivo entre los trabajadores de la salud por su mayor exposición a secreciones respiratorias y, por lo tanto, mayor riesgo de contraer infecciones que se propagan por esta vía.

Posee un diseño específico cuyo sello contra la piel otorga una importante protección respiratoria al no permitir que pasen partículas (sobre todo las pequeñas) que se encuentran en el aire. Al ser casi herméticas, se requiere un mayor esfuerzo para respirar.

Por su tecnología, este tipo de mascarillas son más caras que el resto. En Europa, los precios varían entre los 2,5 y 6 dólares.

Pese a las medidas adoptadas por Alemania, Francia y Austria, que prohibieron o desaconsejaron el uso de tapabocas de tela, desde la Organización Mundial de la Salud aclararon que el uso extendido de estas mascarillas sigue siendo eficaz, por lo que no está en los planes quitar su uso de las recomendaciones oficiales.

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