Después de Perón, Néstor…

Él nos vino a proponer un sueño, en medio de una pesadilla, donde las ganas desaparecieron y la razón se desvanecía, donde ¡el que se vayan todos! inundaba las calles de una agonizante Argentina de aquel 2001. Y como esperando al mesías apareció Néstor Kirchner, un desconocido para una gran mayoría, para otros, el “gobernador rebelde” que se negaba a realizar los ajustes a su provincia en plena etapa neoliberal.
Néstor fue el alivio y la brisa del sur que apaciguó el incendio que se apoderó de nuestra nación, devolviéndonos la dignidad, resignificando la política, e invitándonos a creer nuevamente en ella, nos estimuló a involucrarnos, pero sobre todo nos propuso soñar el sueño de una patria grande, distinta, a favor de un pueblo descreído y decepcionado tantas veces, priorizando a los maestros, a los médicos, a la ciencia, a los jubilados/as, a aquellos que trabajaron toda su vida y que nadie los había amparado para el devenir.
Néstor llegó a ser presidente con el 22,24% de los votos y que terminó su vida con más del 70% de imagen positiva, porque jamás se traicionó, no negoció sus convicciones con los grupos financieros concentrados, no transó con los patrones de la política que buscaban un gerente para seguir recortando y achicando gastos públicos, no dejó en la puerta de la Casa Rosada sus principios y los valores que tenía sobre la política, nos mostró con hechos que es una herramienta de transformación social, fue raro, fue distinto, fue “rebelde”, fue protector y eso solo pueden ser los que aman con pasión y entregan todo a todos, porque las personas suelen cambiar con las épocas, salvo que sean tan importante de cambiar la época, y justamente eso sucedió, no alcanzarían los renglones para describir lo que fue Néstor, el “presidente militante”, el que después de Perón y Evita fue el único que entendió el valor y el significado de la construcción colectiva para el bien común.
Como formoseño nos integró, nos dio nuestro lugar en el mapa federal, años de postergación, de olvido y de vivir de las migajas del unitarismo porteño, tuvo su fin con su llegada, reparando las secuelas de una democracia que venía golpeando a las mayorías y sobre todo a Formosa; erradicando el ninguneo de ser considerados inviables y de no ser autosuficiente, siendo la segunda provincia en visitar después de haber asumido la presidencia.
A los que somos hijos de la democracia, nos presentó a la política como la oportunidad de transformar la realidad, nos animó a militar, nos comprometimos, nos enamoramos de las causas justas, nos hicimos rebeldes y trasgresores en cuestiones de injusticia y avasallamiento a las causas populares, nos enseñó que la patria es el otro, y nos guió a la reconstrucción de una identidad nacional.
Nuestra generación no tuvo el placer de conocer a Perón ni a Evita, pero la vida nos compensó con Néstor, dejándonos como legado que “cuando la lucha es a muerte, el fiel resiste, el indeciso renuncia, el cobarde traiciona y el valiente combate”
A 10 años de tu desaparición física, quiero decirte que ¡las flores han florecido! Siempre en nuestros corazones compañero Néstor Carlos Kirchner.
Hugo Leandro Roldán
DNI: 32.075.277

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