Deuda: advierten que una reestructuración podría anticiparse a los grandes vencimientos

Si bien Argentina no debe afrontar grandes vencimientos de capital hasta 2022, luego del salto cambiario, uno de los grandes temores que volvió a sobrevolar la economía argentina fueron las posibilidades de un default de la deuda pública, mayormente denominada en moneda extranjera, advirtió Ecolatina en un informe publicado ayer.
La consultora alertó que dado que las reservas netas del Banco Central son menores a u$s20.000 millones, y que el próximo desembolso del FMI podría posponerse, “la reestructuración de la deuda podría anticiparse a los grandes pagos”.
No obstante, remarcó que la moderación del Frente de Todos será indispensable para que la débil estabilización persista y agregó que mantener un buen vínculo con el mercado “es fundamental para evitar una cesación de pagos y nuevas disparadas del tipo de cambio”.
En ese sentido, señaló que la principal fuerza opositora está enviando señales de que políticas como el cepo cambiario no volverán para normalizar la situación. Aunque aclaró que”no alcanza con eso”, sino que “también es necesario que los mercados efectivamente las crean, algo que o parece garantizado por el momento”.
“Este escenario errático, volátil y tenso producto de un riesgo de default latente se extenderá, por lo menos, hasta que asuma el próximo presidente electo. Lamentablemente, la situación no mejorará significativamente luego del diez de diciembre”, advirtió la consultora.
Para Ecolatina, más allá de las cuestiones electorales, lo único seguro de los próximos meses es que seguirán siendo agitados y que las presiones alcistas sobre el tipo de cambio y el riesgo país continuarán a la orden del día.
“Podemos afirmar que producto de la reciente corrida cambiaria la inflación se acelerará y la pérdida de poder adquisitivo se profundizará, aún en un escenario de reapertura de las negociaciones colectivas, agravando la recesión que azota a la economía argentina desde 2018”, indicó.
Ecolatina explicó en el informe el contexto económico y sostuvo que “las elecciones primarias arrojaron un resultado inesperado, no tanto por quién obtuvo cada lugar sino por la contundencia del triunfo del Frente de Todos.
En ese orden, señaló que desde las elecciones, el dólar acumula una suba mayor a 20%, la bolsa porteña arrastra una caída de 35% en pesos y el riesgo país se duplicó.
Y añadió que si bien la situación se estabilizó en las últimas jornadas, la calma es demasiado frágil como para darla por sentada. “Dado que el stress se originó por fuera del ámbito económico, es también por fuera de él de donde están llegando las señales de alivio, que deberán renovarse sistemáticamente. Concretamente, mientras el fuego cruzado entre los principales candidatos siga controlado persistirá la tregua, en cambio, si reaparecen las declaraciones conflictivas volverán las presiones cambiarias y financieras”, analizó.
Y concluyó: “En el mejor de los casos, la reciente corrida cambiaria podrá haber sido efímera, pero sus efectos sobre las variables nominales y reales de la economía argentina serán permanentes. Que la misma conserve su carácter transitorio hará que las consecuencias duren solo unos cuantos meses; de lo contrario, podría desembocar en una crisis de mayor magnitud que las que azotaron a la economía argentina en los últimos años”.

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