El Banco Central compró más de US$ 1.000 millones en el mercado en las últimas tres semanas

El Banco Central (BCRA) compró más de US$ 1.000 millones en el mercado mayorista de divisas en las últimas tres semanas, desde la implementación de una serie de regulaciones a empresas para la adquisición de dólares, lo que le permitió sumar US$ 725 millones a sus reservas durante este período.

El cambio se hizo evidente luego de casi un mes y medio de haber tenido que vender US$ 1.759 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), ante la presión generada por la ampliación de la brecha cambiara con los dólares bursátiles -MEP y Contado Con Liquidación (CCL)- que llegó a superar el 90% a mediados de mayo.

La incertidumbre por la resolución de la reestructuración de la deuda con acreedores privados externos y el efecto de la pandemia sobre la actividad económica empujó a las cotizaciones paralelas del dólar que, en el caso del «blue», llegó a tocar los $ 135.

El efecto sobre las reservas también se explicó por la salida de depósitos en dólares de los bancos que realizó el sector privado, con el retiro de US$ 1.428 millones entre el 19 de abril y el 10 de junio, de acuerdo al último dato disponible.

En consecuencia, las reservas finalizaron hoy este miércoles en US$ 43.124 millones, unos US$ 670 millones por debajo del nivel que tenían al inicio de las intervenciones vendedoras del Central en el mercado, pero US$ 725 millones por encima de finales de mayo, según datos del Banco Central.

El cambio en la dinámica respondió a la Comunicación 7030 que emitió el BCRA el 28 de mayo, con la que prohibió la compra de dólar mayorista a empresas que tengan esta divisa en efectivo o depositados en el exterior, así como a las que hayan realizado operaciones de compra venta de moneda extranjera a través del mercado bursátil en los últimos 90 días.

«La normativa llegó en un momento en el cual el sector importador se estaba comportando de un modo especulativo, adelantando importaciones y cancelando deuda con proveedores al tipo de cambio oficial, que hoy virtualmente luce barato en medio del temor por el default y la renegociación de deuda», apuntó a Télam Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.

Sin embargo, sostuvo que el tipo de cambio oficial al valor actual «es competitivo en una comparación histórica» y que la recesión no justifica un salto de 45% interanual en la demanda de dólares de importadores, mientras que los ingresos de importaciones que registró la Aduana cayeron cerca del 30%.

«Evidentemente el problema es financiero, no real. Pero debe solucionarse porque si el costo de reposición de insumos y partes importados es el dólar financiero puede haber más inflación», aseguró Delgado.

«Siempre dijimos que la brecha no es un problema mientras no regules la cuenta corriente. Bueno, a partir de junio se transformó en un problema y la fecha de vencimiento (fin de junio) contempla un cierre en la negociación de la deuda», cerró el economista.

Por su parte, Julia Segoviano, economista de la consultora LCG, lamentó que el cambio de postura de vendedor a comprador del Central se haya debido al cambio de regulación ya que se evidencia como restricciones que operan como «represión financiera».

«No se trata de una acción genuina del mercado, lo que indica que hacen falta estas restricciones para llegar a esa situación», afirmó Segoviano.

«En el corto plazo se entiende la medida. Pero, en el largo plazo, mientras no haya una situación macroecómica menos volátil y se normalice la situación de reestructuración de deuda, el cepo cambiario y se reactive la economía, van a persistir los problemas con el dólar ya que los controles siempre encuentran la manera de ir sorteándolos», completó Segoviano.

A final de la semana pasada, luego de sendas reuniones con productores industriales y agrarios, el Central decidió simplificar los requisitos para que las empresas accedan al MULC, para no afectar la importación de bienes críticos o intermedios que se utilizan en la producción de bienes finales en el país.

Entre los cambios aplicados están el aumento de US$ 250.000 a US$ 1 millón el libre acceso directo al MULC para el pago anticipado de importaciones, además de permitir un saldo de libre disponibilidad por US$ 100.000 en el exterior, así como los fondos de reserva o de garantía por endeudamiento u operaciones en el exterior que no pudieran ser liquidados.

Tampoco entrarán dentro de esta calificación los saldos que se originen del cobro de exportaciones de bienes y/o servicios para los cuales no hayan transcurrido el plazo de cinco días hábiles desde su percepción.

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