El caso de «El Evangelista», el pirómano acusado de incendiar un jardín de infantes en González Catán

Tiene 30 años y vive cerca del establecimiento educativo. Sospechan que pudo haber participado en otros actos vandálicos similares.
En madrugada del domingo 8 de septiembre pasado, un incendio se propagó por gran parte de las instalaciones del jardín de infantes y comedor municipal «Rinconcito de Luz» en González Catán, partido de La Matanza. Las llamas se expandieron por la dirección y la sala amarilla (donde cursan niños de 3 años), los ambientes quedaron completamente destruidos. El fuego también afectó las salas Turquesa y Naranja.
Desde un primer momento, las autoridades de la institución indicaron que el fuego había sido producto de una maniobra intencional.
Este martes, la Policía de la provincia de Buenos Aires detuvo a un joven acusado de ser el autor del incendio en el jardín, ubicado en la calle Juan Zufriategui, a la altura del kilómetro 34 de la Ruta Nacional N° 3, del barrio Monte Tartahlia.
Se trata de un vecino de Catán, de 30 años, a quien en el barrio conocen como «El Evangelista» por su confesión religiosa. Fue detenido en su casa de la calle Eva Duarte.
Los investigadores manejan una hipótesis sobre el móvil del acto de vandalismo: «Creemos que tiene que ver con que el sujeto tiene problemas de piromanía», sostuvo un jefe policial a cargo de la causa. En consecuencia, la Policía investiga si participó en otros incendios.
El operativo estuvo a cargo de oficiales pertenecientes a la Comisaría Sur 3° de la Jefatura Departamental La Matanza. «El Evangelista» fue puesto a disposición de la Unidad Fiscal de Instrucción N° 11 y del Juzgado de Garantías N° 3, ambos del Departamento Judicial de La Matanza, imputado por robo agravado en grado de tentativa e incendio.
Mientras, en el jardín, al que concurren habitualmente 270 niños, continúan los trabajos de refacciones para retomar las clases que desde entonces están suspendidas.
Vecinos se organizaron para colaborar solidariamente con tareas de limpieza y acondicionamiento. Otros hicieron donaciones para suplir las pérdidas que fueron desde muebles, libros, hasta legajos con información de los chicos. La intendencia local, por su parte, proveyó los materiales de construcción.

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