El concejal capitalino y diputado provincial electo, Juan Carlos Amarilla, calificó de «groseros» los dichos del gobernador Gildo Insfrán hacia del presidente de la Nación, Mauricio Macri.
Advirtió que «la falta de respeto hacia las instituciones más allá de las personas que las representan no pueden suceder en esta democracia que nos costó recuperar».
Trajo a colación el hecho del joven detenido en la avenida Costanera porque expresó con gestos su disconformidad con el gobernador y lo comparó con la actual actitud del mandatario provincial.
«Quien pide que se respete su investidura debe ser el primero en hacerlo con las instituciones democráticas, como la institución presidencial», remarcó.
Además, recordó a Insfrán que en la actualidad Formosa recibe seis mil millones de pesos más por año «por decisión de quien él llama domador de reposeras» y ello sucede sin que recurra a la justicia.
«Durante largos años perdimos ese dinero para Formosa porque no se animaba a reclamar al gobierno K al cual defendió y defiende al gobierno más corrupto de la historia argentina», afirmó Amarilla.
Seguidamente destacó que «no ha tenido nunca la Argentina un gobierno más federal ni democrático como el que tuvimos y tenemos con el gobierno de Mauricio Macri. Se terminó la etapa del látigo y la chequera para disciplinar gobernadores. Salvo claro aquel gobierno que era más funcional a la corrupción K. Que seguramente extraña y añora su regreso», consideró.
También dijo que a quien Insfrán llamó despectivamente «domador de reposeras» le ha permitido a Formosa «cubrir sus compromisos financieros en tiempo y forma con recursos federales».
«Nada ha hecho el actual gobierno provincial para mejorar sus ingresos propios. El 97% de sus gastos lo cubre con fondos federales. Así que no corresponde presentar como logros propios algunas obras cuando en realidad todo viene de nación. Es muy fácil hacerse el agrandado con plata de otro», remarcó el concejal y legislador provincial electo.
En ese mismo sentido Amarilla apuntó que «el hombre a quien Insfrán descalifica como domador de reposeras no cerró las puertas de los canales del Estado a la oposición y a quien piensa distinto. Tampoco mandó a perseguir o espiar a nadie, o exigió la ficha de afiliación partidaria para seguir trabajando en el estado nacional a nadie; no convirtió al congreso en una mera escribanía como lo es la legislatura formoseña. Tampoco puso amigos en la justicia para lograr fallos disparatados».
«La historia en algún momento tal como lo hizo con otros rescatará los valores sobre los cuales se desarrolló la gestión del presidente Mauricio Macri con errores y aciertos. No sirve a la democracia esta clase de descalificativos. No constituye un ejemplo. Y menos de un Gobernador a un Presidente. La investidura solo está llamada a respetarse en democracia», concluyó.
