El fútbol de luto: a los 74 años murió el «Trinche» Carlovich tras una brutal golpiza

A los 74 años y luego de sufrir un violento asalto en su Rosario natal, murió el Trinche Carlovich, el mítico jugador que no llegó a conocer las luces del éxito por su odio a los entrenamientos y a la disciplina necesaria para un jugador de alto rendimiento.
El Trinche circulaba con su bicicleta cuando otro ciclista, con el torso desnudo y la remera atada al cuello, se le puso a la par, lo empujó, dejó su bicicleta y se llevó la que Carlovich había estrenado hacía tres meses. Además le pegó con un palo y provocó que golpeara su cabeza contra el pavimento y perdiera el conocimiento. El “Trinche” Estaba internado con pronóstico reservado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) y no pudo pasar una operación de urgencia a la que era sometido este viernes a la mañana.
Tomás Felipe Carlovich, nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, el 19 de abril de 1946, es una de las grandes leyendas del fútbol y su figura alcanza proporciones mitológicas, al punto que figuras de la talla de Diego Maradona, José Pekerman, César Luis Menotti y Carlos Timoteo Griguol lo mencionan como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol argentino.
La prestigiosa revista deportiva El Gráfico lo describe así: «Tuvo su estilo: era un volante central elegante, virtuoso y algo displicente. De ritmo lento, pero de razonamiento inversamente proporcional a su andar. Carlovich es algo así como el máximo exponente del arco lírico del fútbol argentino».
Se inició en las inferiores de Rosario Central, y fue cedido brevemente a préstamo a Sporting de Bigand. Al volver debutó con el primer equipo en 1969, en un amistoso frente a Peñarol, en Montevideo. Luego jugó apenas un partido oficial, contra Los Andes. El técnico de ese entonces, Miguel Ignomiriello, no lo tenía entre sus preferidos -según el propio Carlovich-, quien pasó a Flandria, donde estuvo cuatro meses.
En 1972 se sumó al club que lo tendría como ídolo: Central Córdoba. Ahí consiguió el título y el ascenso a Primera B en 1973. En el día de su debut hizo dos goles.
Ahí sembró en parte eso que lo representaba como jugador: la inconstancia –puede verse cuando uno hace el recorrido por la carrera de Carlovich– fue su rutina. Por caso, en Central Córdoba estuvo en cuatro etapas: 1972-1974, 1978, 1980-1983 y 1986, jugando nueve temporadas, y sumando 28 goles en 236 partidos.
Entre sus idas y vueltas de Central Córdoba, jugó además en Colón, disputando apenas tres partidos, y de todos ellos se retiró lesionado, finalizando así su recorrido por la Primera División. Militó en el fútbol mendocino para Independiente Rivadavia, donde disputó la liga provincial (con el cual en 1979 le ganó al Inter de Italia 3 a 1, un amistoso que Carlovich recuerda como una de sus mejores actuaciones) y Deportivo Maipú. Además, en el año 1985, jugó en Newell´s Old Boys de Cañada de Gómez, entidad perteneciente a la Liga Cañadense de Fútbol.

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