El nuevo bloque radical Democracia para Siempre busca hacerse un lugar en la Cámara de Diputados sin cometer errores. En los próximos días deberá definir su posicionamiento, y la idea que quedó clara entre sus 12 miembros es la de proyectar unidad.
Tras el acuerdo entre Facundo Manes y Martín Lousteau que provocó la salida de este grupo del bloque radical, ambos líderes definieron la dirección con la elección de autoridades: el presidente del bloque será Pablo Juliano, la vicepresidencia recaerá en Marcela Coli (ambos afines a Manes) y la secretaria parlamentaria será Carla Carrizo (del espacio de Lousteau). La intención es equilibrar los liderazgos y evitar divisiones.
“No se puede barrer nada bajo la alfombra. Todo se define desde un principio. No hay margen para equivocarnos porque esto no tiene que ser una bolsa de gatos”, señalan desde el bloque.
Los integrantes del nuevo espacio son conscientes de que están bajo la lupa de sus pares y de que el camino más fácil será acusarlos de aliarse con el kirchnerismo. “No tenemos prejuicios; no hay una mancha venenosa con el bloque de Unión por la Patria. La mancha estaba en el bloque radical, porque la gente no insultaba a Mariano Campero (el diputado tucumano que asistió al asado de los héroes con un vino), sino que decía que todos los radicales éramos unos chantas. Si nos quieren correr acusándonos de kirchneristas, que lo hagan. Sabemos que no lo somos y que nuestro posicionamiento será ley por ley”, afirman.
Pablo Juliano, el presidente del bloque y figura relevante en la Juventud Radical de la provincia de Buenos Aires, criticó a la UCR al señalar que parece “una especie de oficialismo clandestino”. Explicó que la división del bloque busca mayor claridad: “No te podés levantar a la mañana para defender a los jubilados y por la tarde tirarlos por la ventana. Tienen que explicar el nivel de entreguismo que nadie les exige. No hay una sociedad pidiéndoselo. Es mentira”, opinó.
El principal reto del bloque es, precisamente, mostrar unidad. En los próximos días enfrentarán dos leyes que generan divisiones en casi todos los bloques. El lunes, Juliano se reunirá con Carrizo para definir una agenda propia y un posicionamiento común, ya que el martes tendrán su primera prueba de fuego: la Comisión de Presupuesto y Hacienda, junto a la de Transporte, dictaminará sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas. “El bloque tiene tres firmas, dos en Hacienda y una en Transporte, y no podemos firmar de manera distinta, porque eso sería un mal comienzo. Lo mismo sucederá en Presupuesto”, indicaron.
Juliano también desestimó los rumores sobre la formación de un interbloque con otras fuerzas, como Encuentro Federal o la Coalición Cívica: “Hasta marzo no hay posibilidades de que hagamos algo así”. Sin embargo, esto no implica que no existan contactos. “El bloque tiene dos terminales hacia adentro: Manes y Lousteau. Hacia afuera, muestra unidad; y hacia los costados, establece puentes. Está claro que existen conversaciones con los otros bloques que ya no se limitan al diálogo, sino que buscan estrategias parlamentarias”, explicaron.
Un punto relevante es que, en Democracia para Siempre, tienen la esperanza de atraer a otros posibles “desencantados” del bloque de la UCR. Consideran que varios de los que permanecen en el bloque “no podrán sostener el acompañamiento constante al Gobierno que hoy muestra el bloque”. Además, buscan sumar miembros ya que de los 12 actuales, nueve finalizan su mandato en diciembre del próximo año.
La relación con una parte del bloque de la UCR está rota. Las últimas reuniones incluyeron enfrentamientos con fuertes insultos y, actualmente, parece difícil una reconciliación. “Esto se va a profundizar si los sectores que responden a lo más conservador del radicalismo continúan avanzando en su acuerdo con La Libertad Avanza, porque nosotros vamos a seguir diferenciándonos”, comentó uno de los diputados de Democracia para Siempre.
El nuevo bloque de la UCR priorizará votar en unidad y se prepara para mostrar un perfil opositor
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