El papa Francisco llegó a Canadá para una visita de 6 días: “Este es un viaje penitencial”

El Papa Francisco da una conferencia de prensa a bordo del avión papal en su vuelo de regreso tras visitar Malta, 3 de abril de 2022. REUTERS/Vatican Media

El Sumo Pontífice aterrizó en la ciudad de Edmonton. Se espera que durante su estadía pida perdón a los pueblos indígenas por los abusos de la Iglesia

El Papa Francisco llegó este domingo a Canadá para una visita de seis días durante la cual se espera que pida perdón personalmente a los supervivientes indígenas de los abusos cometidos en las escuelas residenciales gestionadas por la Iglesia católica.

El avión papal aterrizó poco después de las 11 horas (17 GMT) en Edmonton, la capital provincial de Alberta.

Pocos minutos después del despegue del avión, el Sumo Pontífice, de 85 años, caminando apoyado en un bastón, fue a la parte trasera del avión a saludar a los 78 periodistas que viajan con él y les agradeció su trabajo y compañía durante este viaje en el que visitará Edmonton, Quebec y Iqaluit.

“Este es un viaje penitencial, lo hacemos con este espíritu”, señaló Francisco, que ha dado preferencia a los encuentros con los indígenas, mientras que las reuniones con las autoridades no se harán hasta el miércoles en Quebec.

Previo a su partida de Roma, el Papa envió un mensaje en Twitter a sus “queridos hermanos y hermanas de Canadá”. “Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, escribió.

La visita de seis días será esencialmente consagrada a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit. Estos últimos fueron sometidos durante décadas a una política de asimilización forzada, fundamentalmente a través de un sistema de pensionados para niños, subvencionados por el Estado pero administrados en su gran mayoría por la Iglesia.

Alrededor de 150.000 niños autóctonos se matricularon desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, su idioma y su cultura.

Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente por directores y maestros y hasta 6.000 murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia.

Canadá está abriendo paulatinamente los ojos a este pasado calificado como “genocidio cultural” por una comisión nacional de investigación.

“Esta visita histórica es una parte importante del recorrido de sanación”, pero “queda mucho por hacer”, dijo el jueves George Arcand Jr., Gran Jefe de la Confederación de las Primeras Naciones del Tratado 6, en Edmonton.

El pontífice argentino, que planea reiterar las disculpas presentadas en Roma a las delegaciones canadienses que lo visitaron en abril, podría igualmente efectuar algunos gestos simbólicos, como la restitución de objetos de arte indígenas conservados en el Vaticano desde hace décadas.

Tras un día de descanso el domingo, Francisco se reunirá por primera vez con miembros de los pueblos indígenas el lunes por la mañana en Maskwacis, provincia de Alberta, unos cien kilómetros al sur de Edmonton, donde se esperan hasta 15.000 personas.

Alberta fue la provincia con mayor número de internados.

El lunes por la tarde, el Papa tiene previsto pronunciar un segundo discurso en la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos de Edmonton. Y el martes celebrará una misa en un estadio de la ciudad donde unas 65.000 personas son esperadas, antes de dirigirse al lago Sainte-Anne, sitio de una importante peregrinación anual, donde se reunirá con antiguos alumnos de la escuela residencial, antes de volver a Roma.

Por su parte, el papa Francisco aprovechó la ocasión, ya que hoy no se celebrará el rezo del ángelus en San Pedro, para explicar que este domingo la Iglesia celebra la jornada dedicada a los abuelos e instó a los jóvenes a acercarse siempre a ellos para conocer las raíces, porque “son ellos los que transmiten las tradiciones”.

También pidió “no esconder” y dar protagonismo a los ancianos religiosos porque son los que tienen “toda la sabiduría” y remarcó la importancia de que los novicios puedan estar con ellos.

A pesar de sus problemas de rodilla, el Papa quiso saludar uno a uno a los periodistas y caminó ayudado con su bastón por los pasillos del avión. Cuando se le preguntó si no se cansaba demasiado al andar por el avión y no hubiera sido mejor que estuviese sentado durante los saludos, el pontífice argentino respondió que podía hacerlo poco a poco.

Los periodistas le preguntaron sobre todo sobre el posible viaje a Ucrania y Francisco aseguró que le gustaría ir y que se “irá viendo”, pero admitió “que es complicada” la organización.

El secretario de Estado para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, aseguró en una reciente entrevista que Francisco podría ir ya en agosto a Kiev, aunque según las respuestas del Papa esta circunstancia parece remota.

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