El que se va a la Villa…sin dudas lo perderá todo

Pese a las denuncias a nivel nacional, pese a las pruebas de los desastrosos finales en forma virtual, el “Niño Maravilla”, Miguel Ángel Villamayor sigue operando en nombre del Vice-Gobernador, llama a los electores de cada claustro y ofrece sumas de dinero en pesos a cambio de un voto o utiliza la coercion  estudiando la genealogía familiar para ver la forma de apretar para que con el miedo respondan a los intereses de quienes se quieren adueñar de la universidad a cualquier precio.

Sin escrúpulos el joven “genio” no tapujos en invitar a “conversar” y su listado va desde jóvenes de cualquier edad y sexo hasta docentes, nodocentes, graduados. Villamayor, tiene el tupé de presentarse y participar del zoom de clases como si nada hubiera pasado como si el no fuera aquel alumno que no sabía que significaban las siglas del INDEC, por ejemplo entre uno de los terroríficos momentos en el que el mundo entero se hizo eco de esa bochornosa demostración anti-academicista, una verdadera falta de respeto hacia los demás estudiantes y demás docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS), y digo docentes porque en los zoom que incluso presidieran la Vicedecana Valeria Dellamea, y, la mismísima directora de la carrera de Nutrición la Lic. Patricia Velazco en las mesas finales fueron una verdadera calamidad, como si estuvieran al parecer viciados en algún tipo de “arreglo” para que Villamayor se luciera en dichos finales y así allanar el camino hacia su regularidad y finalmente permitirle ser candidato al Consejo Directivo. 

¿Y ahora una pregunta? ¿En qué quedó la investigación de estos sospechosos finales?, la respuesta es sencilla, en nada, ya que quienes integran la comisión investigadora, en su mayaría pertenecen a los registros de la “reconstrucción” liderada por Mónica Daldovo y Vicente Sánchez (ponele) ambos a su vez también obedecen ciegamente y sin chistar al gobierno de la provincia.

A todo esto, la nueva conducción liderada por Liliana Martínez y Miguela Unsaín dicen que es la antesala del caos que le espera a la FCS, ya que ambas al parecer también se reportan al “Stephen Hawking” clorindense, indignante la verdad. 

Y si ese será el futuro “venturoso” de la UNaF con este tipo de personajes que aprueban materias de manera fraudulenta con la complicidad de sus tutores o docentes, quienes deberían velar por el saber y el conocimiento académico, entonces pensemos que la UNaF, así como la conocemos, está llegando a su fin. 

Lo último que se supo que, al parecer, es que hubo otras dudosas maniobras del Sistema Informático o SIU, que es un sistema de autogestión para los estudiantes, docentes y nodocentes, y algunas de las sospechas hablan de alteraciones de fechas de exámenes en pleno receso que posteriormente fueron también sospechosamente manipuladas. 

De todas maneras, se ha abierto una investigación desde el rectorado para saber si esto efectivamente fue hecho a propósito para permitir al futuro candidato de Opción Universitaria en la Facultad de Salud ser candidato con el porcentaje de materias aprobadas adecuadas. Adecuadas para quién, está más que a la vista, ahora adecuadas por quien o quienes es lo que se está investigando y se espera que vean la luz algún día. 

A manera de conclusión, existe una marcada preocupación por el proceder de quienes se adjudican la bandera de la “Reconstrucción” de la UNaF , pues está a la vista que van por todo sin importar el honor y la dignidad de quien tengan que pisotear, ellos quieren la silla del rectorado a como dé lugar, y para ello todo está a la venta desde notas de exámenes finales hasta cargos directivos, de los consejos directivos o superior e incluso el honor y la moral de los universitarios de todos los claustros. Por eso se afirma la tesis que el que se va a la Villa no sólo pierde su silla, sino la dignidad como persona.

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