En su homilía Conejero pidió «ser discípulos de Jesús»

En su homilía de ayer, el Obispo de Formosa, Monseñor Vicente Conejero Gallego pidió a los formoseños ser «discípulos de Jesús» que es la «verdad» y la «vida» insistiendo que esta semana procuremos ser «discípulos que escuchan atentamente la voz del Señor».

Homilía completa
del Obispo Conejero

«La palabra de Dios de este domingo es una invitación a ser discípulos de Jesús. Obviamente que la Iglesia ha reflexionado en los últimos años y lo sigue haciendo que no hay que separar el discipulado con la misión: ‘discípulos misioneros’ dice el Documento de Aparecida. ‘Bautizados y enviados’ nos dice el Papa Francisco para vivir el próximo mes de octubre misionero extraordinario. ‘Santidad sin misión’ ha sido el lema también tanto de la Novena como de la Fiesta patronal.
Las obras son importantes no caben la menor duda porque de hecho la carta de Santiago nos dice que una fe sin obras es una fe muerta, pero para que nuestras obras sean verdaderas y autenticas se requiere previamente escuchar, contemplar para que la agitación o inquietud del quehacer no sean un impedimento para obrar con rectitud y convencimiento.
Jesús sale al encuentro del hombre, de la persona humana, como ha salido también a nuestro encuentro, y aquí se expresasen dos actitudes: la de Marta y de María. En realidad como afirma Santa Teresa de Jesús -maestra de oración y doctora de la Iglesia- dice ella que deben ir unidas pero dando preferencia a la escucha atenta de la palabra del Señor. Marta estaba inquieta por los quehaceres del hogar y María -su hermana- se sentó a los pies de Jesús para escucharle atentamente. En la homilía de la fiesta de la Virgen del Carmen señalábamos cómo el Padre Dios nos manda a que escuchemos a su hijo Jesús; pues bien esto fue lo que hizo María sentada a sus pies como discípula; era también la postura ordinaria de los discípulos con respecto a sus maestros y rabinos como lo expresa también el propio Pablo quien dice que se formó a los pies de Gamaliel; quiere decir la actitud del discípulo es aquel que está atento a la escucha, y sobre todo si es Jesús el que habla tendremos que llegar a la conclusión como Pedro ‘solo tú Señor tienes palabras de vida eterna, porque tus palabras son espíritu y vida’. Hablamos de inflación, yo creo que hay inflación de palabras y discursos y algunos muy largos también, y quizás no sean tan necesarias muchas palabras, sino pocas, profundas, autenticas y verdaderas.
Jesús llama la atención a Marta diciendo que está inquieta y excesivamente preocupada por el hacer. María ha elegido la parte mejor que no le será quitada. Esto nos viene muy bien a nosotros para que al obrar y actuar seamos consecuentes de aquellos que hemos profundizados, meditado y contemplado. Después sí tendremos que obrar y actuar pero previamente preocuparnos por conocer, fundamentar los designios y proyectos de Dios. Después actuar y vivir consecuentemente con pasión, valentía y audacia, quizás la indolencia y mediocridad a veces pueden ser nuestras actitudes. Hemos de poner todo el espíritu y toda la pasión cuando uno está convencido de lo que Dios realmente quiere y es su voluntad. Muchos Santos han comprendido esto y se han entregado con toda el alma y con todas sus fuerzas. San Ignacio de Antioquia, este Obispo mártir, también dirá que si no estamos dispuestos a morir por Cristo imitando su pasión tampoco tendremos vida en comunión y unión con él.
Hay una expresión popularizada que dice ‘hay que jugarse…’. Con esta expresión queremos manifestar que una vez que uno está convencido de la verdad, una vez que uno tiene el pleno convencimiento del querer de Dios, de su voluntad, hay que estar dispuestos a entregarlo todo y no ser mediocres sino vivir consecuentemente.
Claro está que esto requiere la fuerza y gracia del Espíritu Santo como el Señor lo prometió: ‘recibirán la fuerza del Espíritu Santo y serán mis testigos’. Jesús es testigo de la verdad, para eso ha venido al mundo.
En este tiempo de receso invernal vamos meditar y escuchar la palabra del Señor, vamos a orar con profundidad y suplicar al Espíritu Santo que derrame abundantemente su Gracia para vivir en la fe, esperanza, y la calidad y así con fervor, pasión, alegría y decisión cumplir los mandamientos del Señor. Creo que no es necesario explicitar pero bueno… después a la hora de la actividad concreta ya sea en el campo de la economía, de la política, ahora que vienen elecciones, tenemos que actuar y vivir consecuentemente. Uno cuando afirma algo y cree que es algo altisonante y que está fuera del contexto, si hemos de ser rectos, sinceros y consecuentes hemos de procurar adquirir la sabiduría que procede de Dios, y después como lo han vivido los testigos de Jesús: a dar la vida si fuera necesario por defender el querer y la voluntad de Dios.
Vamos a suplicar al Señor para que no dé ese coraje, fuerza que proviene de él, nosotros somos débiles y frágiles, llevamos este tesoro de la fe y de la enseñanza de la Iglesia en vasijas de barro que es lo que somos nosotros pero con la fuerza del Espíritu Santo en medio de la fragilidad y debilidad podremos vivir y dar testimonio de Jesús. Hoy y para esta semana procuremos ser discípulos de aquel que es el camino, la verdad y la vida. Discípulos que escuchan atentamente la voz del Señor».

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