Las entidades empresariales que nuclean a distintos sectores productivos manifestaron la prioridad de sostener el empleo de cara a la actual coyuntura que suma una crisis económica de largo arrastre y el impacto de la pandemia de coronavirus.
No obstante, reclamaron la asistencia del Estado y de las entidades bancarias para sostener sus actividades. La expresión de las entidades consultadas por Télam se producen en momentos en que la empresa Techint anunció el despido de de 1450 trabajadores -en suspenso por la conciliación obligatoria de 15 días dispuesta por el Ministerio de Trabajo- y el pedido del presidente Alberto Fernández a las empresas de «ganar un poco menos» y aportar al mantenimiento de las fuentes de empleo.
En una expresión conjunta, la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), la Confederación Económica de la provincia de Buenos Aires (Cepba), y la Asociación de Industriales de Buenos Aires (Adiba), plantearon que las pymes no pueden «afrontar el pago de los sueldos de los trabajadores a raíz del parate de la producción».
«Al igual que la industria y el comercio, todas las entidades financieras deben realizar su mayor esfuerzo para que cada empresa pueda cumplir con sus obligaciones», plantearon las entidades al solicitar «que flexibilicen provisoriamente los parámetros con los que son clasificados los deudores bancarios, la efectiva suspensión del cierre de cuentas bancarias y la postergación del vencimiento de financiaciones».
Por su parte, el presidente de presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, dijo que el sector está «trabajando intensamente con el gobierno y el gremio para buscar las herramientas que permitan afrontar el pago de sueldos en este contexto tan desafiante».
«Para las empresas de la construcción, para las cuales la crisis del Covid-19 se sumó a la que arrastra desde hace dos años, en este momento poder sostener el empleo es la prioridad», aseveró el nuevo titular de Camarco. En tanto, el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gerardo Díaz Beltrán, aseveró que «si hay un sector que soporta estoicamente este proceso es el de las pymes, las que al término de este aislamiento van a dejar de facturar $ 250.000 millones y que hoy tiene 3 millones de personas sin trabajar a los que tendrá que pagarle los sueldos».
«La salud está por encima del todo pero tenemos que trabajar en propuestas para poder transitar esta cuarentena y pensando herramientas oportunas para sostener el sistema», dijo Díaz Beltrán al afirmar que para las pymes «sostener el empleo y pagar salarios es sostener el consumo básico para buscar una salida a lo que viene tras la cuarentena».
A su turno, el titular de la Cámara Argentina de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), Lino Stefanutto, resaltó que la caída de producción que acumula el sector del 70% en los últimos tres años «ya provocó el cierre de 10 de las 24 plantas de montaje, por lo que en la actual coyuntura el riesgo ya no es el despido de los trabajadores sino el cierre directo».
«No se trata hoy de ganar un poco menos porque esta industria viene achicándose a pérdida hace 3 años, pero en la actualidad el costo de reestructurarse es muy alto. Necesitamos medidas urgentes que permitan sobrellevar esta crisis resguardando sobre todo a las pymes y a sus trabajadores», planteó el directivo de Cafam.
Desde las estaciones de servicio que emplea a 50.000 personas de forma directa, el presidente de la Confederación de Entidades de Comercialización de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Gabriel Bornoromi, exlpicó que el sector «primero priorizó la salud y el abastecimiento para los servicios esenciales asegurando la apertura de sus 4.800 bocas en todo el país, pero a la vez las ventas bajaron un 90% por el aislamiento».
«El 95% de las estaciones son pymes que no cuentan con espalda financiera y vienen ganando menos desde hace meses con la baja de la demanda sostenida para poder sostener el pago de sueldos par sus 50.000 empleados, más otros tantos indirectos, pero necesitamos la misma ayuda que el gobierno está ofreciendo a aquellas empresas que están cerradas», agregó Bornoromi.
Cecha forma parte de una larga cadena de valor del sector energético a la que se suman las principales petroleras nucleadas en la Cámara Argentina de energía (CADE) la que dejó trascender en las últimas horas que solicitará al Gobierno nacional el concurso preventivo de crisis para el sector, ya no para las empresas, para llevar adelante un proceso de suspensiones o de reducción de tareas.
Por último, Industriales Pymes Argentinos (IPA) asumió «la voluntad y el esfuerzo de no despedir personal de sus fábricas» a la vez que propusieron un «shock de medidas que maximicen los beneficios de las decisiones oficiales con un respaldo a las pymes para que garanticen el pago de salarios, se mantenga el consumo esencial y aseguren la vitalidad del sistema productivo».
El IPA pidió créditos a tasa del 0%, con devolución en 24 meses y 90 días de gracia desde la finalización de la cuarentena, con el objetivo de destinarlo al pago de salarios y a capital de trabajo que solventen los cheques emitidos, una medida busca evitar la ruptura de la cadena de pagos.
