Desde el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Formosa recordaron que los síntomas que presenta el paciente con dengue son habitualmente: fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor articular, dolor abdominal, vómitos y diarrea.
Ese cuadro no debe minimizarse y, ante la aparición de los primeros síntomas, es fundamental que la persona asista al centro de salud más cercano a su domicilio, o a su médico de cabecera para que se haga la evaluación correspondiente y, de ser necesario, se solicite el análisis para confirmar o descartar la enfermedad.
“El médico es quien va a buscar la causa del estado febril y le va a decir al paciente si esos síntomas determinan una sospecha de dengue. Por eso, es fundamental hacer la consulta”, reiteró en ese sentido el subsecretario de Medicina Sanitaria de la cartera sanitaria, el doctor Manuel Cáceres.
¿Cómo se desarrolla
la enfermedad?
Además, Cáceres puntualizó que, en los primeros cinco días de evolución, cuando el paciente generalmente está febril, “si alguno de los síntomas se agrava debe acudir de inmediato a una nueva consulta en la que el médico va indicar cómo se debe continuar con el tratamiento”.
Describió que la enfermedad “hace que disminuyan nuestras plaquetas que son uno de los elementos que están en la sangre, que participan en la coagulación. Lo mismo hace con nuestros glóbulos blancos que son nuestras defensas. Eso causa que estemos más propensos a contraer otras enfermedades”.
Ejemplificó lo anterior expresando que por ese motivo “actualmente, estamos teniendo pacientes que tienen coinfección con dengue y COVID-19 y eso se da, justamente, a causa del estado inmunológico bajo que presentan los pacientes que cursan el dengue”.
Y remarcó con énfasis que “aunque alguno de la familia haya tenido dengue y aparece un nuevo caso, tenemos que saber que cada persona es diferente, ya sea porque tiene antecedentes de otras enfermedades y tiene pautas de alarma de acuerdo a sus condiciones específicas de salud, a la edad y otras que lo hacen distinto al resto de la familia”.
“Por eso, ante los síntomas, igual esa persona debe consultar, porque el tratamiento y los controles van a ser personalizados, de acuerdo a las características de cada paciente”, afirmó.
Respecto a los cuidados, sostuvo que en esos primeros cinco días “el paciente debe aplicarse constantemente repelente, sobre todo, cuando va a dormir, o bien, para dormir debe colocar un mosquitero”.
Fundamentó eso, explicando que el mosquito que le pique a esa persona enferma “va a adquirir el virus del dengue durante la picadura y luego, también mediante la picadura, va transmitirlo al resto de la familia, vecinos y otras personas. Por eso es que el paciente con dengue tiene la obligación de usar repelente y otros elementos necesarios para prevenir las picaduras”, insistió.
Pasados los cinco días
Avanzó detallando que pasados los cincos días, “que es la primera etapa”, aunque baje la temperatura o ya no haya fiebre, “el paciente debe estar atento porque en las próximas 48 horas, todavía el cuadro puede complicarse”.
“Uno puede creer que ya está sano porque no tiene más fiebre, pero esa segunda etapa es crucial”, aseguró, revelando que en esas horas “pueden aparecer la mayoría de las complicaciones”.
Puso de relieve que, por lo tanto “si tenemos que decir en qué momento podemos quedarnos tranquilos si tenemos dengue, es recién después del séptimo o el octavo día, cuando ya generalmente las complicaciones son mínimas”.
Habló además de la etapa siguiente, refiriendo que luego de esos dos días claves y de haber pasado por los síntomas más notorios, pueden presentarse lesiones en la piel que pican y molestan, que tienen el aspecto de una reacción alérgica, que genera mucho prurito (picazón).
Eso forma parte del cuadro evolutivo del dengue, “y habitualmente motiva al paciente a la consulta y es importante que lo haga para que el médico lo vea y le indique la medicación pertinente para que pueda controlar ese síntoma”, añadió.
Automedicación
El subsecretario se refirió especialmente a la automedicación, conducta que algunas personas toman frecuentemente ante la presencia de síntomas.
“El paciente con síntomas de dengue o con dengue confirmado, no debe automedicarse. Porque, por ejemplo, muchos no saben, que el paracetamol es el único medicamento antitérmico que no tiene agregantes plaquetarios. Es decir que no impide que las plaquetas se junten para hacer el coágulo y evitar así que ocurra un sangrado”, explicó.
Y especificó, para cerrar, que todos los demás antitérmicos tienen agregantes plaquetarios; “y si la persona se automedica con alguno de esos, y se suma el factor de la disminución de las plaquetas, eso hace que entre las mismas no puedan adherirse una a otra para formar el coágulo, también llamado tapón plaquetario”, concluyó.