Fabián Olivera se mostró a favor de un frente «más amplio» y dijo que le gustaría ser el «pos-gildismo»

Visitó ayer el piso de Exprés en Radio, el concejal capitalino Fabián Olivera, donde entre otras cuestiones que hacen a la realidad local también habló del rol de la oposición; se mostró convencido de que es necesario un frente «más amplio» y que le gustaría ser el pos-gildismo.

Sesión del HCD

Primero, el edil se refirió a la tensa sesión del Honorable Concejo Deliberante del miércoles pasado. «Desde hace tiempo el HCD viene marcando la agenda política en la Ciudad, gracias a que somos seis opositores y seis oficialistas siempre hay debate y eso es muy bueno», comenzó diciendo.
Seguidamente se refirió al proyecto para eximir del pago de tasas municipales a comerciantes que no pueden trabajar debido a las medidas adoptadas por la pandemia de coronavirus; el mismo habría sido «consensuado» para ser aprobado esta semana en el Concejo Deliberante, pero minutos antes el oficialismo dio marcha atrás. Para el edil radical esto sucedió por «decisión política del Ejecutivo provincial».
«Nosotros desde el comienzo de la cuarentena vimos que el sector más afectado iba a ser el comercial, entonces lo que empezamos a ver es cómo podíamos ayudar a esa gente. Salieron algunas ideas que se materializaron en proyectos que presentamos ante el Concejo», aseveró.
Y prosiguió: «a medida que pasaba el tiempo y el gobierno provincial no daba señal al privado empezamos incorporar más ideas al proyecto, sobre todo la condonación de las tasas municipales a los rubros que no fueron habilitados; es sentido común, el oficialismo habla mucho de solidaridad, pero a la práctica no la llevan».
«Lo que pasó en la sesión del miércoles fue que cuando nosotros conseguimos que haya flexibilización de pagos, planes y sobre todo lo que venimos pidiendo es que a los negocios que no pueden trabajar (gimnasios, bares, restaurantes, salones de fiestas, etc) se le condone la deuda de la Tasa Municipal desde el 20 de marzo al 31 de diciembre; una vez consensuado ya estaba el dictamen pero no con todas las firmas, ya que el oficialismo no firmó, eso nos llamó la atención, entonces la palabra de nuestros pares y todo lo que se había hablado se esfumó».
En este marco, al ser consultado por lo que le dice a esa gente que estaba esperanzada en que salga el proyecto dijo: «hay una gran desilusión, el comerciante al que hoy no lo dejan trabajar, pero todos los meses recibe la tasa se siente desilusionado. Yo creo que esta es la mala política, hoy en día todo está muy marcado por el gobierno provincial».
«Opino que lo van a sacar al proyecto, pero como algo de ellos. Me molesta porque uno tiene que ser solidario de la situación, todos los días vemos que se cierran negocios», sostuvo indignado el legislador capitalino.
Dejó en claro además que «el gran problema es que no hay posibilidad de diálogo, el comerciante jamás fue escuchado; hay comercios que no se abren por capricho político. Creo que hay rubros que son necesarios abrirlos; veo contradicciones en las medidas que se toman porque por ejemplo se permite que la plaza se llene de gente los sábados, sin embargo, no permiten al comerciante trabajar».
Continuando con esta línea reiteró que «el proyecto no salió por una dedición política del Ejecutivo provincial» pero aclaró que «vamos a seguir insistiendo; el compromiso dentro del recinto fue que se tratará. Volvió a comisión y aún mantenemos la esperanza de que se apruebe».

«Solidaridad» por parte
de los políticos

En otro tramo de la entrevista, un vecino de la ciudad le pidió al concejal que el sector político se baje los sueldos así demuestran «solidaridad» para con el pueblo. «Hemos hablado de esto, sucede que tiene que ser una decisión que aborde no solamente los sueldos sino también de los gastos malhechos, porque hay mucho dinero mal gastado dentro de la política», le respondió Olivera.
Detalló entonces que en su caso y el de su equipo de trabajo «ayudamos y tenemos mucha gente trabajando, ya sea en los proyectos que presentamos para mejorar la calidad de vida del vecino como así también en los diferentes barrios, quienes están a disposición de los ciudadanos».
«Cuando nosotros hacemos alguna actividad la pagamos nosotros, soy yo el que va al supermercado, sé muy bien cuánto sale la leche, la yerba, el pan de leche, la galletita, etc», dejó en claro y añadió: «por ejemplo para colaborar y hacer un almuerzo sale $5.000, lo sé porque lo compramos nosotros».
«Hay funcionarios formoseños que no saben a cuánto está el litro de nafta, jamás en la vida pagaron, terminan ocupando la cosa del Estado como propia; esas cosas también hay que ver. Más allá de los sueldos también debe haber un control en los gastos», lanzó.
«Más allá de bajar el sueldo de los políticos creo que también debe existir un control en torno al gasto de la política. No está mal, pero creo que si lo planteo solo va a ser demagogia», asintió.

Una dura realidad

Continuando con la cuestión de salir a la calle y estar cerca de la gente, Olivera manifestó que «cuando salís te encontrás con una realidad que es dura, el ir al supermercado y ver cómo aumentan los precios es muy triste».
«Creo que hay formas y estilos para hacer política, a mí me gusta salir a la calle, hablar con el vecino, ayudar», confió.
«Todos me critican por mi forma de hacer política, de ir a un lugar y sacar fotos, pero al final me terminaron imitando. Uno por las redes sociales muestra lo que hace, y cuando te preguntan lo que haces por la gente todo está ahí; además gracias a esto tenemos una relación muy directa con el vecino. Siempre hice esto, no es de ahora, o dos meses antes de las elecciones», sostuvo.

Oposición

Indagado por lo que pasa dentro de la oposición en Formosa, comentó: «nosotros militamos para llegar a tener la posibilidad de gobernar y mostrar que estamos en condiciones de trabajar para mejorar muchas cosas».
«Soy un radical que sueña en sostener el frente que tiene que ser cada vez más amplio, pienso en una multisectorial amplia no solo con radicales o peronistas sino con sectores de la sociedad que quieren trabajar para el pos-gildismo», dijo.
«Me gustaría que nosotros seamos el pos-gildismo, y no que sea el semillero reciclado del gildismo, no soy anti pero no lo voto. Nuestro espacio tiene que seguir creciendo», se explayó.
Por último, el legislador asintió que «la oposición no le tiene miedo a Insfrán, sino que debe trabajar y no improvisar. Yo nunca dudé, me preparé para ser intendente y a eso apunto. hemos desaprovechado oportunidades, pero también de eso aprendimos».

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