Felipe Solá recibió ayer a la embajadora designada en Rusia, Alicia Castro, con quien coincidieron en la necesidad de «revitalizar la relación estratégica» entre Buenos Aires y Moscú, luego de un vínculo «prácticamente congelado durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri».
Junto a Castro, el canciller comenzó a delinear el rol que tendrá la exdiputada como representante argentina ante el gobierno que comanda Vladimir Putin, luego de ser elegida por el presidente Alberto Fernández para reemplazar a Ricardo Lagorio, actual embajador en Moscú.
Durante el encuentro, Solá y Castro -quien aguarda que su pliego sea aprobado por el Senado- analizaron distintos aspectos de la relación bilateral y las prioridades que tendrá la exlegisladora en su misión diplomática.
Según señalaron a Télam fuentes del Palacio San Martín, el canciller y la designada embajadora hablaron sobre la necesidad de «revitalizar el vínculo estratégico» con el país gobernado por Putin, tras cuatro años de una relación «prácticamente congelada», según definió la propia Alicia Castro.
El viaje de Solá podría convertirse en un primer escalón para una «eventual visita» del propio presidente Alberto Fernández, adelantaron a esta agencia fuentes cercanas al canciller
