Fronteras internacionales cerradas, contraste de casos entre Chaco y Formosa

Con las fronteras internacionales con Brasil y Paraguay cerradas al tránsito no esencial, las provincias del noreste argentino exhiben a seis meses de iniciado el aislamiento social obligatorio un gran contraste en las cifras de casos confirmados de coronavirus, que van de 97 casos y sin muertos en Formosa a más de siete mil contagios y más de 247 decesos en Chaco.
Así surge en base a un reporte de las corresponsalías de Télam en la región.
Las diferencias son tan marcadas que recientemente el gobernador Gildo Insfrán llegó a decir que «en Formosa la vida es casi normal» y afirmó que el único interés de su gobierno es «salvar vidas».
A 6 meses de que se estableció el aislamiento, esa provincia no registra fallecidos por coronavirus, ni circulación viral, aunque la fronteriza ciudad de Clorinda se encuentra bloqueada por detectar casos, algunos importados de personas que cruzaban de manera ilegal desde la paraguaya Nanawa.
Entre otras actividades permitidas, los fines de semana se puede ir a la Reserva Biósfera de Laguna Oca, que en los últimos 3 fines de semana fue visitada por más de 15 mil formoseños con medidas de bioseguridad.
Misiones, que tuvo 67 casos confirmados y tres muertos, se encuentra en Aislamiento Social y las actividades se desarrollan normalmente en un 95%.
La mayoría de los contagios de Covid-19 se produjeron en Posadas, Puerto Iguazú y Andresito, ciudades de frontera, y según los reportes oficiales, los casos se dieron por personas que regresaron a la provincia, como camioneros o trabajadores que perdieron sus empleos en otras provincias.
Las autoridades sanitarias aseguran que la situación está controlada gracias al cierre de fronteras con Brasil y Paraguay y el gobernador Oscar Herrea Ahuad solicitó a la Nación que las mismas se mantengan cerradas, pese al pedido de autoridades paraguayas y comerciantes de la ciudad de Encarnación que piden la apertura del puente internacional San Roque González para realizar un «comercio inteligente».
En Corrientes, con alrededor de 800 casos y 13 muertos, el gobernador Gustavo Valdés dispuso el lunes finalizar el asueto administrativo en la capital provincial y el retorno de los servicios estatales, aunque recordó que siguen prohibidas las reuniones sociales y familiares ante un nuevo brote.
«En Capital estamos volviendo con la administración pública a brindar servicios con personal esencial. Vamos a tener mesura y movernos lo menos posible para tener un número de contagios menor», alertó tras una semana de asueto para contener el avance del coronavirus.
Las localidades de Ituzaingó, San Roque y Bella Vista pasaron este último fin de semana a fase 1 de cuarentena por la aparición de brotes.
Entre Ríos, donde actualmente cerca de un 60% de las camas de terapia intensiva se encuentran ocupadas pero con «disminución de enfermedades respiratorias», tuvo alrededor de 5 mil casos positivos y de los más de dos mil recuperados, apenas un centenar donó plasma para otros pacientes.
Las ciudades de Paraná y Gualeguaychú registran circulación comunitaria y la mayor cantidad de casos, por lo que debieron retroceder en numerosas actividades habilitadas como deportes, reuniones y comercios.
Ante ello, el gobernador Gustavo Bordet señaló que «como aprendimos desde que comenzó la pandemia, a mayores habilitaciones debemos responder con mayor responsabilidad, individual y colectiva».
En tanto, el sistema sanitario se encuentra «sustentable y con capacidad de atención», apuntaron fuentes del Gobierno.

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