Gonzalo Valenzuela reconoció que se fue de una pizzería sin pagar: «Lo hice sin querer»

El actor chileno contó que fue a comer con sus hijos a un local de Avenida del Libertador y olvidó saldar la cuenta antes de retirarse
A Gonzalo Valenzuela lo escracharon yéndose sin saldar la cuenta de una pizzería. Sin embargo, al ser interceptado por la cámara de Intrusos (América), no dudó en reconocer su falta. “La semana pasada se habló de que fuiste a comer a un restaurante con tus hijos y que te habrías ido sin pagar…”, le dijo Alejandro Guatti a modo de introducción. Y el protagonista de Closer (Multiteatro) admitió la veracidad de los hechos.
“Le agradezco a la persona que dijo eso porque es la verdad. Si no hubiese sido por ella, no pagaba la cuenta. ¡Me fui sin querer!”, respondió entre risas el actor chileno. Y luego dio detalles de lo que había sucedido cunado fue a comer a ese local de Avenida del Libertador junto a Silvestre y Alí, los dos hijos de su relación con Juana Viale, con quien también tuvo a Ringo que falleció durante el parto en 2011. “Me fui, no pagué, es verdad. Pero fue sin querer, no hubo ninguna estrategia. Yo voy a ese lugar desde hace muchos años, al dueño lo conozco, es familia de mi ex”, señaló.
Valenzuela, que además es padre de Anka de su relación con la actriz trasandina María Gracia Omegna, explicó: “Ese día mis niños estaban revoltosos. Dijeron que eran tres y yo tengo dos, pero cuando se portan realmente mal yo veo a cinco…Salí a fumarme un cigarro afuera con un café. A mi niño se le había perdido una gorra, fueron con el mozo, muy gentil, a buscar la gorra. Después volvieron, trajeron la gorra, el mozo volvió a entrar y yo pedí un taxi y me fui”.
De todas formas, el chileno dejó en claro que ya se encargó de reparar el error. “Nunca me di cuenta y la verdad que agradezco mucho, porque ya pude saldar la cuenta. La pizza está pagada. Y fue sin querer”, dijo al momento de cerrar la nota.
La información la había dado a conocer hace algunos días Paula Varela en Socios del Espectáculo (ElTrece). “Fue en una famosa pizzería de Palermo que es una ‘topetitud’ a la que van políticos, actores, gente cercana a su familia, él llegó con tres chiquitos. Entraron, se sentaron y ya todo era raro en la mesa. Porque se levantaban, los chicos iban al baño, los chicos bajaban, él salía a fumar y volvía a entrar”, comenzó diciendo la panelista.
Y luego aseguró: “Lo que me dicen los que estaban ahí es que no era una mesa estable. Ellos no estaban como quietos en la mesa como el que va, come, pide y se va. Entonces ya los mozos estaban tras la movida como atentos. De repente, él sale a fumar, los chicos empiezan a joder, que uno subía, el otro no, lo mareaban al mozo, estaba medio perdido. Y en una, él entra, agarra a los tres pibes y empieza a enfilar para la puerta. El mozo, atento, sale atrás caminando, se para en la puerta y él se sienta con los tres niños en una mesa afuera. Un frío de cagarse el lunes a la noche. Pide café, entonces el mozo entra, va a atender una mesa y, entre que le trae el café, no estaba más. El actor y los tres pibes se empezaron a marchar cruzando la Avenida del Libertador, camino a Barrio Parque al fondo. El mozo salió diciéndole ‘Señor, señor’. No llegó y se marchó”.

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