J Balvin, «el niño de Medellín»: «Soy un ser humano como cualquier otro»

El cantante se prepara para estrenar su documental, en donde se mostrará por primera vez en la intimidad hablando de depresión, ansiedad y las presiones que siente debido a su popularidad
“La gente ve la gloria, pero no conoce la historia”, asegura J Balvin en El niño de Medellín, el documental en donde por primera vez abre las puertas de su intimidad mostrándose en carne viva y logrando que el espectador se olvide del artista para conocer a José Álvaro Osorio Balvín, la persona.
“Van a conocer a José, van a ver mucho más de José”, asegura el colombiano en una charla con LA NACION a través de Zoom, horas antes del gran estreno por Amazon Prime Video. “Casi nadie me ha visto en mi vida privada. Pocas personas me conocen allí y con esto creo que la gente va a entender un poco más de la situación”.
Durante una semana un equipo creativo, liderado por el realizador nominado al Oscar y ganador del Emmy Matthew Heineman, siguió a Balvin mientras se preparaba para el concierto más importante de su carrera en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, su ciudad natal.
-Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero en este documental se puede ver todo lo contrario, ¿qué se siente haber logrado llenar un estadio en Medellín y saber que tu pueblo te quiere tanto?
-Se siente mucho agradecimiento. Lo logramos, lo logramos, lo logramos… y aquí estamos, seguimos echando para arriba, elevando y elevando.
-¿Cómo fue tener cámaras siguiéndote todo el tiempo?
-Horrible. No es lo que busco para mi vida, para nada. Me gusta mantener mi intimidad, cuidarla mucho.
-¿Qué sentiste cuando te ofrecieron mostrar esta parte tan íntima de tu vida?
-Pues… yo no sabía que iba a pasar lo que pasó. Supuse que era simplemente un documental sobre un concierto y nada más.
Lo que pasó es que en las semanas previas al concierto, jóvenes colombianos salieron a la calle para protestar por las políticas económicas, sociales y ambientales del gobierno de Iván Duque. El “paro nacional”, ocurrido en noviembre de 2019, terminó de explotar con la muerte de Dilan Cruz, un joven de 18 años que murió tras ser herido por la policía colombiana.
Recién llegado a su tierra natal, Balvin comienza a sentir la presión de la gente que le pide que diga algo al respecto, para que el mundo se entere de lo que está pasando en Colombia. Las críticas hacia su persona comienzan a tener un gran impacto en el artista, que si bien al principio se muestra reacio a dar una opinión pública, luego de una charla con sus managers cambia de opinión. “Los grandes artistas son los que usan su voz para las personas”, le dicen los encargados de guiarlo en su carrera, quienes también reflexionan junto a él sobre la responsabilidad de tener tantos millones de seguidores en sus redes sociales.
Parece una cuestión del destino que en los días previos al estreno del documental, nuevamente la juventud colombiana haya salido a las calles a protestar. Las manifestaciones que están sucediendo actualmente en contra del presidente Duque, que según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) han dejado entre el 28 de abril y el 4 de mayo 31 muertos, 1220 heridos y 87 desaparecidos, tienen en vilo al país. Y como si fuese un déjà vu, una vez más Balvin, que en esta oportunidad decidió hablar desde un principio, vuelve a ser juzgado por lo que dice o lo que deja de decir.
-En muchas ocasiones se le pide a los artistas que se expresen sobre la actualidad, ¿sentís que a veces la gente espera más de lo que debería de ustedes?
-No, porque es un compromiso que tengo con el mundo. Es difícil, no es fácil, porque en general se tocan muchas susceptibilidades, más en estos momentos en donde está todo tan sensible, pero está bueno que la gente sepa que soy un ser humano como cualquier otro, no tengo máscaras.

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