José Luis Perales: «No ir a la Argentina sería como no despedirse de un pariente»

El artista español que “quería componer pero no cantar” deja los escenarios pero no la música. Suspendida por la pandemia retoma “Baladas para una despedida”, su última gira con la que en marzo vendrá a nuestro país. En una entrevista con Teleshow, explica su decisión y comparte dos momentos insólitos de su trayectoria
Dicen que los cantantes no se despiden, sino que quedan para siempre en sus canciones. José Luis Perales es uno de esos artistas que, aunque anunció que se retira de los escenarios, permanecerá para siempre en la memoria emotiva de miles de personas. Alcanza con nombrarlo para inmediatamente comenzar a tararear “y cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti”, o “te quiero y eres el centro de mi corazón” o “ayer se fue, tomó sus cosas y se puso a navegar”.
Desde su debut en 1973, el artista español nos entregó más de quinientas canciones que plasmó en treinta producciones y que vendieron más de 55 millones de discos. El muchacho que mientras estudiaba electrónica componía temas que por timidez no se animaba a interpretar, hoy es un artista que merece su bien ganado apodo de “poeta de la canción”. Recibió más de cien discos de oro y platino y luego de más de 45 años de andar por los escenarios se retira como lo que es: un caballero.
En marzo, el español llegará a la Argentina con “Baladas para una despedida”, una serie de conciertos para decirle adiós a las giras y retirarse a “ver crecer los nietos, cuidar el huerto y disfrutar de otras cosas como seguir escribiendo mis novelas”. Lejos de divismos y con ese profesionalismo que distingue a los que verdaderamente son grandes, José Luis Perales se presta vía Zoom y desde Madrid a la charla con Teleshow.
La gira “Baladas para una despedida” se interrumpió por la pandemia y José Luis Perales decidió retomarla en la Argentina. En marzo del próximo año se presentará en Córdoba, Rosario y Buenos Aires. Su decisión tiene que ver con su historia. “La Argentina fue el primer país al que llegué con mi primer disco y donde recibí mi primer disco de oro por “Celos de mi guitarra” en el año 1974. Es un país que siempre ha tenido una gran fidelidad hacia mi música y hacia mí, siempre sentí mucho respeto. Hacer una gira de despedida y no ir a la Argentina sería como no despedir a un pariente. Hay que ir”.
El artista cuenta que en su show no habrá grandes novedades “ni bailo, ni nada. Hago mi música y la canto lo mejor que puedo: con el alma. Y canto lo que la gente quiere escuchar y creo que es lo que llevo. En realidad, mi música es lo que es y no hay grandes cambios, simplemente hay una historia muy larga de música que evidentemente os haré llegar desde el escenario. No es la canción de moda, de un día o de un verano. Es una serie de temas que me retratan desde el año 74 hasta hoy, tanto en mi parcela de cantante, como en mi parcela de autor que también la muestro con canciones que otros han grabado mías y haciendo las versiones de ellos. Quizá esa pueda ser la novedad con respecto a una presentación de un disco. Es un poco una historia que cuento en las dos horas que dura el concierto y donde está prácticamente lo más importante de todo lo que yo he hecho profesionalmente”.
En la selección de temas, el artista priorizó “los que más quiere la gente, los que más desea escuchar”. Sin embargo y acorde a estos tiempos habrá tiempo para una canción nueva “Balada para una bienvenida”. La compuso en medio de la pandemia y expresa un “qué bueno que estamos todos juntos de nuevo y podemos cantar, reírnos, besarnos y abrazarnos. Esa es la bienvenida”.
Entre las canciones que el público disfrutará estarán todos sus clásicos entre ellos “Por qué te vas”, “Y cómo es él”, “Me llamas”. Al preguntarle qué canción le gustaría incluir porque es una de sus favoritas, pero no del público no duda “‘Me iré calladamente’ es una de las más bonitas, me gusta mucho pero no estará en el concierto”.
Perales se casó en el año 1977 con Manuela Vargas y desde entonces están juntos, a pesar de lo que le pasaría a más de uno, la esposa está feliz de tener al marido más tiempo en casa. “Está encantada, creo que hago esto por ella” dice con una carcajada y sigue “una profesión como esta no solo esclaviza al cantante, también al que está a tu lado. Todo el mundo de algún modo participa en tus nervios, en tus éxitos, en tus inquietudes por salir al escenario, en si el disco saldrá o no saldrá adelante, si estás feliz, si la gente te quiere o deja de quererte. Todo eso lo viven de la misma manera que yo. Manuela que es la que está más cerca y yo, que ya no quiero sufrir tanto porque ya soy mayor para sufrir mucho. Los nervios de salir al escenario para mí son tremendos, así que hay que empezar a dejarlos de lado porque acabaré con un infarto y eso no puede ser”, concluye con gracia.
Aunque parezca insólito ni al principio de su carrera ni ahora que se despide, Perales quería ser cantante, él solo anhelaba escribir canciones. “No quería por los nervios que me producía y todavía me produce salir al escenario. Cuando llegas al camarín y esperas, esperas mientras oyes a la gente, el murmullo del público que llega. Uno que cruza otro que te dice que te vistas y todo eso, bueno yo me quiero morir, me iría en ese momento a mi casa y eso me pasa aún hoy y después de cincuenta años”. Esos miedos se acaban apenas sale al escenario “entrego toda mi alma y me olvido de nervios, pero no del todo porque estoy pendiente de que todo salga bien, de no desafinar de cualquier cosa que pueda pasar. Afortunadamente la gente lo entiende y me siento muy querido”. Entre las muestras de cariño de la gente destaca dos: “me dicen guapo, aunque no lo soy y hace poco aparecieron con unas camisetas con la frase ‘no te mueras nunca’”. Eso sí, reconoce que a diferencia de a otros cantantes argentinos como Sandro o Cacho Castaña, a él jamás sus seguidoras le arrojaron prendas de su ropa interior “para mí que ellos eran más guapos que yo, yo no provocaba tanto”, afirma riendo.

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