
Tiene conversaciones avanzadas. Incluso habló con Gallardo. Para agilizar, el club deberá liberar un cupo. La tensión con Racing aumentará: no querían verlo tan pronto en Núñez.
Próximamente, una tercera temporada se está por estrenar. Y no se trata de ningún trhiller coreano. Lo que pende de un “sí”, de una confirmación oficial que estará atada a la liberación de un cupo que en las últimas horas de la semana se podría abrir, es el regreso de Juan Fernando Quintero a River.
Mientras en Núñez esperan a que Maximiliano Salas tenga el CBU de Racing para poder transferir el canon de su cláusula y se ultiman detalles para asegurar el fichaje del chileno Lucas Cepeda, la opción JFQ ha dejado su estado de latencia en las últimas horas.
El contacto constante que Juanfer mantiene con Gallardo empezó a pesar fuerte en la psiquis del colombiano de 32 años. Quien pese a tener cerca una propuesta de la Major League Soccer (¿Inter Miami?) está entusiasmado con el tercer ciclo en Núñez. Donde es ícono, héroe y leyenda.
Un traspaso que de darse, además, mantendrá en punto incandescente las relaciones entre River y Racing. Si la ejecución de la rescisión del Gordo generó un fuego cruzado entre directivos que empezó el miércoles con Diego Milito y que siguió el jueves con la respuesta del secretario general Stefano Di Carlo, es altamente probable que la llegada de Quintero caiga mal en el Cilindro y alrededores.
Porque esta vuelta se daría seis meses después del “pacto de caballeros” que el propio Quintero había reconocido haber hecho en diciembre del año pasado con Diego Milito y Sebastián Saja: el de no pasar en lo inmediato a River. En aquella ventana, de hecho, el colombiano eligió irse a Cali por razones familiares. No obstante, en abril el enganche había dejado entreabierta alguna chance.
“Cuando se abre el mercado siempre (mi nombre) está relacionado. Hicimos un pacto de caballeros con Diego, con Sebastián, hoy estoy en un gran club. Veremos qué pasa en el futuro…”, decía Quintero previo a enfrentar a Huracán por la Sudamericana. Ahora bien: no hay ningún documento firmado que le impida a Juanfer volver a River.
De todos modos, de cerrarse como parece que se dará, difícilmente este fichaje pase inadvertido el traspaso en las oficinas de la sede de Avenida Mitre.
Juan Fernando
Quintero en River
En paralelo, los hinchas de River se entusiasman. Símbolo del triunfo del 9 de diciembre del 18, cuando marcó el gol que torció la historia en Madrid en la final de la Libertadores ante Boca, Quintero ya no seguirá en América de Cali.
Ese club al que había llegado en diciembre (sí, post pacto de caballeros) y que ya no puede afrontar su contrato. Ante esta posibilidad, las conversaciones con Gallardo calaron.
Porque la de Juanfer con el Muñeco es una relación que por lo pronto trasciende el vínculo jugador-deté. Pruebas sobran: el colombiano fue el elegido para leer la carta de despedida de Gallardo en octubre de 2022, posteriormente compartieron vacaciones a finales de ese mismo año. E incluso MG tiene participación activa en la serie sobre la vida de JFQ que aún no tiene fecha de estreno.
Todo eso, sumado al conocimiento que Quintero tiene tanto del plantel (fue compañero de la mayoría de sus integrantes) como de la actual dirigencia de River. Algo que genera un clima propicio para alcanzar rápidamente un entendimiento. Siempre y cuando se den las condiciones por la necesidad de no exceder el límite de extranjeros.
Esto último, sin embargo, podría resolverse si prospera la idea de incluir a Gonzalo Tapia en la operación de compra de Lucas Cepeda. River ya le ofertó a Colo Colo u$s 4 millones por un alto porcentaje de la ficha del chileno.
Y, producto de la buena relación que existe entre clubes desde la operación por Pablo Solari en 2022, hay optimismo de que se alcance un acuerdo antes o durante el fin de semana. Sellando -si acceden los trasandinos- un combo que eventualmente le podría allanar a Juanfer el camino a Núñez. Caso contrario, se buscará agilizar la negociación para hallarle destino a él o, eventualmente, a Matías Rojas.
En este contexto, Quintero entonces podría reencontrarse con Salas. ¿Para volver a potenciarse? El Muñeco sabe que el Gordo es un jugador al que Gustavo Costas explotó como extremo izquierdo potenciando su perfil y que cuenta con energía y vocación para presionar como primera línea de defensa. Y también para reforzar esa función en ofensiva pidió a un Cepeda que, con 22 años supo jugar con perfil invertido en Colo Colo.
El resto del mercado
Ahora bien: una posible llegada de Quintero no obtura que el mercado siga activo. Porque sigue en análisis la posibilidad de presentar una propuesta por Maher Carrizo en conjunto con el City Group. En este caso, una inversión del grupo de capitales árabes podría asegurarle al extremo de 19 años un futuro en Europa en alguno de los clubes de la cartera del CG, aunque con una cesión intermedia en River como paso previo.
Una operación melliza a la que se intentó con Valentín Gómez y se frustró en la revisión médica del zaguero en el Palermo. Y en combo podría llegar Lautaro López, volante surgido de Vélez y de 20 años que también forma parte del CG.
En este escenario, hasta José López, de Palmeiras, sigue siendo del gusto de MG. El futbolista remarcó que está bien en San Pablo, sin descartar nada. Y hasta hubo chispazos con Avellaneda, pero por Independiente: desde el CAI dejaron trascender llamados del Muñeco para tantear a Kevin Lomónaco y Felipe Loyola. Por caso, desde River negaron las llamadas y cuando Olé repreguntó, en el Rojo ligaron su bronca a trascendidos…
Pero lo que más moviliza a Núñez es la chance de que regrese Quintero. En una transferencia que no está cerrada, pero que podría acelerarse apenas se abra el cupo. Y que traerá coletazos.