Durante el seminario «Desafíos para el crecimiento y el desarrollo de América Latina» organizado hoy en el Centro Cultural Kirchner por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, se refirió a la necesidad de lanzar una agenda de electro-movilidad y que podrían pedir colaboración a los organismos internacionales para industrializar el litio y la renovación de la flota del transporte público.
Durante su exposición dijo que a esta iniciativa se podrían incorporar los productores de autopartes para incorporar al proyecto el conocimiento que tiene el país vinculado al litio y arrancar con el transporte público de pasajeros, «donde hay un desafío muy interesante de renovación de las flotas de colectivos para mejorar la vida urbana y poder ofrecer una mejor calidad de vida», dijo Kulfas.
El funcionario también destacó la importancia de incorporarse a la industria 4.0, a través de la tecnología del conocimiento, que tiene «sustancial importancia para consolidar la matriz productiva», dijo. Esto permitirá mejorar la vida urbana, la agenda verde y poder ofrecer una mejor calidad de vida con menos ruido y contaminación, describió.
La propuesta del ministro buscaría el fortalecimiento del sector a través de las cadenas productivas de autopartes para implementar nuevas tecnologías en todo lo relacionado a la electromovilidad. «Un auto, hoy, es más conocimiento y software que en el pasado», añadió.
La exposición, además, contó con la presencia de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; Héctor Alexander, ministro de Economía de Panamá; Humberto Colmán, viceministro de Economía de Paraguay; Cecilia Nahón, representante de la Argentina ante el Banco Mundial; y el ministro de Obras Públicas de la Argentina, Gabriel Katopodis, entre otros.
Los disertantes debatieron sobre los temas de agenda de la región, como el desarrollo productivo de los países de América Latina, la explotación de los recursos, la implementación de tecnología en la industria, la agenda de género y la brecha económica y social.
Por su parte, Kulfas expuso la necesidad de crear «anillos energéticos y palancas» para que las pymes puedan participar activamente en proyectos tecnológicos por medio de políticas de desarrollo productivo y que no sean sólo actores pasivos . «Que nuestros países entren en el desarrollo de la tecnología y no sólo como tomadores de tecnología, sino también en el desarrollo. Esto tiene que ver con la fase productiva, en ver cómo se genera la movilidad a través de la producción de baterías de litio de los países que tienen las empresas y que ya tienen el desafío», extendió.
Hacia un Mercosur Plus
Durante su intervención, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, dijo que es importante rever la facilitación del comercio, fortalecer las cadenas de valor e impulsar un Mercosur Plus, «similar a la que tienen países como México, Estados Unidos y Canadá».
«De nada sirve hablar de economía 4.0 cuando no hay inversión en tecnología en América Latina, cuando las economías tienen tecnología 1.0 o 2.0, en donde 9 de cada 10 empresas usan tecnología antigua. Hay un retraso en los niveles de aplicación de oportunidades tecnológicas de los procesos productivos de nuestras empresas», expuso.
Beliz también dejó entrever la necesidad de mejorar el sistema de administración fiscal con los países de la región y que fue motivado, incluso, por una conversación sostenida con el FMI. «Los paraísos fiscales que generan infiernos sociales», dijo, y añadió: «Con recursos escasos, las políticas de inclusión encuentran restricciones presupuestarias inmensas. Por eso es fundamental mejorar la administración fiscal en los países de la región. Haciendo más eficiente el gasto público e incrementando ingresos al correr el velo de verdaderos agujeros negros recaudatorios asociados a la recaudación tributaria», aseguró.
Según expuso, la «inversión extranjera fantasma» ya alcanza el 38% de la inversión de manera directa global. Los recursos que descansan en paraísos fiscales «ocasionan infiernos sociales, al desfinanciar las arcas públicas, amplificar la volatilidad de mercado de capitales y quebrantar el sistema productivo».
