LA MALDITA INTERVENCIÓN: UNA FALACIA ANTIDEMOCRÁTICA

Actualmente nuestra universidad está siendo atacada por los buitres de siempre fogoneados por algún “quinto elemento” del poder. Pensar en la intervención de la UNaFresulta inverosímil, luego de esfuerzos por lograr el cogobierno del cual gozamos, aunque, pareciera que vamos a contra corriente en Formosa, porque los Estados día a día buscan democratizarse en el mundo y aquí solo hay intervención ( en la obra social IASEP, en la Caja de Previsión social, en Rentas) y en cuanto estamentobusquemos ocurre lo mismo; esto en el ámbito provincial.  Del mismo modo pretenden hacer con nuestra casa de altos estudios estos agoreros serviles proponer como única salida la intervención.

No entienden que en la universidad rige la democracia en donde las mayorías deciden y las minorías acompañan, y la muestra más evidente fue la modificación del reglamento en sesión HCS (HONORABLE CONSEJO SUPERIOR) donde se ampliaron derechos a los compañeros para elegir, porque en democracia señores NO hay electores de primera ni electores de segunda; de este modo el objetivo fue ampliar la participación democrática de docentes y no docentes en los cuerpos orgánicos. Parafraseando a Evita “donde hay una necesidad surge un derecho “.

En este sentido cabe una frase no menos importante para entender el contexto actual, como decía Don Arturo Jautetche: “Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”;  que como algunos funcionarios llegaron acompañando  esta gestión y traicionaron los ideales por los cuales fueron votados, por tener intereses mezquinos, personales y en algunos casos recibiendo órdenes y aprietes.

Su accionar  es el fiel reflejo de la derecha conservadora usando como una estrategia el golpe blando que en todo momento buscó la desestabilización institucional, encabezada en la gestión del actual Rector. Esto lo intentaron basándose en información falsa, en desprestigio, en calumnias, fomentando el miedo y la incertidumbre; y hasta amenazando con el derecho al trabajo de muchos compañeros; con un claro objetivo: copar tal vez la única institución con autonomía y libertad de pensamiento. 

No entienden la autonomía universitaria, con cogobierno de los claustros, porque en el fondo se dicen democráticos pero no conocen en la práctica la democracia real, solo tienen las armas del desprestigio cuando se les agota la capacidad de debatir y acordar; poniendo en práctica su mejor versión maquiavélica: “ el fin justifica los medios “ 

¿O creen que no tenemos la capacidad de formular nuestras propias normas y regirnos por ellas?  ¿O solamente piensan que un SOÑADOR- ILUMINADO que NO conoce la realidad universitaria puede imponer sus propios gustos?  

Pareciera que judicializar una derrota en el consejo superior es la única salida, la construcción de un espacio es producto de políticas orientadas al bien común y no al apriete de la coyuntura.

Nunca más vigente que en estos momentos, la célebre frase de Juretche “La multitud no odia,  odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras que perder privilegios provoca rencor”.

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