La pandemia de coronavirus disparó el comercio electrónico

El negocio del vino experimenta grandes cambios en los últimos meses con una imparable digitalización de sus operaciones a nivel global, tanto en la venta al consumidor como la mayorista, tendencia que ya existía pero que se reforzó con la pandemia de coronavirus, según coinciden distintos especialistas y referentes del sector.
«Esta digitalización que estamos viviendo de forma acelerada en los últimos tiempos, que ya venía, impacta en el negocio del vino y plantea muchos desafíos», afirmó Javier Menajovsky, organizador de la primera edición del Wine Tech Forum.
En la presentación del encuentro virtual y tras mencionar la «explosión de bodegas que salieron a vender directo al consumidor y de nuevos vendedores, por necesidad u oportunidad», el creador de la plataforma de comercio electrónico BottleHub se preguntó «cuánto avanzará la digitalización de la compra y venta de vinos».
Andrés Rosberg, presidente de la Association de la Sommellerie Internationale (ASI) y cofundador de la web solidaria VinoAtuPuerta.org, puso como ejemplo la penetración del comercio electrónico en los Estados Unidos, que «en diez años pasó del 5,6% al 16% y en las últimas ocho semanas pasó del 16% al 27%».
«Según (la consultora de medición) Nielsen -afirmó- en Estados Unidos se ha vendido en el canal supermercados casi 36% más de vino que al año pasado y 6% más que la semana pasada, y las ventas directas al consumidor crecieron en abril 45% en volumen»
Para Rosberg, «la gente está yendo al e-commerce de una manera rápida y sostenida; la digitalización y la venta directa llegaron para quedarse; y el reacomodamiento que se viene exige creatividad y adaptabilidad».
Por su parte, Andrés Rodríguez, de la plataforma Dablox y la agencia de comercio electrónico Combinatoria, explicó que «la tecnología impacta en la manera de hacer negocios y genera temores, y ante la opción de poner un dique de contención o subirnos a la ola, es mejor aprovecharla, y eso obliga a adaptarse a los cambios».
Para Rodríguez, «el e-commerce como canal de ventas es necesario para una bodega porque le permite tener contacto directo con el consumidor final y generar crecimiento, como también la vinoteca, el ‘chino’, el supermercado, el restaurante o el mercado externo; nunca es el principal canal de ventas de la bodega, pero es fundamental».
«El e-commerce es una oportunidad, una posibilidad de lograr nuevas estrategias y objetivos, y eso va más allá del contexto Covid-19», completó.

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