La producción bananera en Formosa en crisis: Pánfilo Ayala avizora un futuro incierto

La producción bananera en Formosa atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Según Pánfilo Ayala, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) filial Laguna Naineck, la situación de este sector es «terminal» y parece estar lejos de recibir el apoyo que necesita para sobrevivir.
En este contexto, se cumplieron 100 días desde que una delegación de la FAA se reunió en Buenos Aires con el Secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta, para presentar un pedido urgente de ayuda extraordinaria. En esa ocasión, los representantes de los productores bananeros formoseños solicitaban subsidios y financiamiento para cubrir los costos de insumos y trabajos esenciales para la actividad. A pesar de la importancia de la reunión, no han recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades nacionales.
«Nosotros habíamos solicitado un subsidio para financiar lo que es la actividad en cuanto a trabajos e insumos. Entregamos una carpeta con todos los detalles y, además, un plan de desarrollo y fomento para la actividad. Pero hasta hoy, no hemos recibido ninguna respuesta», explica Ayala, visiblemente preocupado por la falta de interés del gobierno nacional hacia la situación que atraviesa la región.
Para los productores, la inacción de las autoridades no solo representa un golpe a la actividad económica regional, sino que también pone en peligro el sustento de miles de familias que dependen de esta producción. «La situación es complicada, y parece que no estamos en la agenda de los funcionarios. Eso es lo que más nos preocupa como sector productivo», señala el dirigente rural.

Un acuerdo político
que desprecia a los
productores formoseños

La falta de respuestas del gobierno nacional también ha generado críticas hacia el presidente Javier Milei y el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Según Ayala, parece que ambos líderes políticos han dejado de lado las necesidades de los pequeños productores bananeros en favor de otros intereses. «Parece que el presidente Javier Milei se puso de acuerdo con el gobernador Gildo Insfrán para que la producción bananera desaparezca en Formosa. Esto solo profundiza la pobreza, el desarraigo y la desintegración familiar en las comunidades rurales», afirma.
El dirigente de la FAA denuncia que, ante la falta de apoyo de los gobiernos provincial y nacional, muchos productores se ven obligados a abandonar o incluso destruir sus bananales, incapaces de sostenerlos debido a la escasez de recursos económicos. «Es muy doloroso ver cómo las familias productoras se ven obligadas a tomar la drástica decisión de abandonar sus cultivos. Esto es el reflejo de un estado ausente que no está protegiendo a quienes sostienen la economía regional», lamenta Ayala.

Un asado de gloria
y un futuro desolador

La historia de la producción bananera en Formosa es una de crecimiento y caída. En las décadas de 1960, 1970 y 1980, la provincia contaba con unas 12.000 hectáreas de cultivos de banana, lo que la convertía en un centro productor de gran relevancia. Sin embargo, en la actualidad, esa cifra se ha reducido drásticamente a solo 500 hectáreas, reflejando la decadencia de la actividad y el abandono por parte de los gobiernos.
La falta de apoyo y las dificultades económicas que enfrentan los productores bananeros de Formosa no solo amenazan con la desaparición de la actividad, sino que también están llevando a la región hacia una mayor pobreza y desintegración social. Mientras tanto, la pregunta que persiste es si el gobierno nacional estará dispuesto a escuchar los reclamos de los productores antes de que sea demasiado tarde para salvar lo que queda de esta vital producción.

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