La vuelta de los Súper Ratones, la banda de rock que renace de su propia tragedia

Llevan 35 años de carrera y el año pasado lanzaron su décimo disco, “Carreras de aviones”. Atravesaron el fallecimiento de uno de sus miembros fundadores y volvieron fortalecidos.
Cuándo un dolor es casi infinito ¿cómo hacer para exorcizarlo o al menos para que no duela tanto? Algunos recurrirán a la terapia, otros al abrazo del que te quiere y te quiere bien, quizás se acalle con alguna adicción y está el que elija repetir como un mantra “todo pasa”. Pero si sos músico, lo que hacés es transformar tu pena en canciones y parir un álbum donde digas/grites/sostengas “Nada de eso me pudo quebrar”, “Voy a remar por mi lugar”, “A veces el día parece el mismo pero nada es igual”, “Cuando te acuerdes de mí quiero verte reír, es mi deseo”. Esas letras son parte de Carreras de aviones, el último trabajo de los Súper Ratones, el grupo formado por Mario Barassi, Oscar Granieri, Agustín Insausti, Sebastián Reinholz y Pablo Diez.
A fines de 2014, la banda que nació en Mar del Plata tenía muchos motivos para pensar que el 2015 sería un año único. Cumplían 30 años de existencia, lo celebrarían con una gran gira y después de casi un lustro sin nuevas canciones, sacarían un décimo disco. Los temas ya estaban en la etapa demo, solo quedaba grabarlos.
Cuando José Luis Person Properzi, el batero y cantante, contó que se realizaría un estudio de control, ninguno de los miembros se preocupó. Años atrás había atravesado y vencido un diagnóstico de cáncer. Todo estaba bien. Sin embargo, a estos músicos que se conocían desde los 14 años, la vida les tenía preparado un trompazo de los que te dejan nocaut.
A comienzos de ese 2015, los estudios de Person confirmaron que el cáncer había vuelto. Agresivo, devastador, aterrador. El músico tenía 48 años y un hijo de tres. Oscar Granieri y Mario Barassi no entendían nada. Eran amigos desde la adolescencia cuando se juntaban en el garage de su casa de Mar del Plata a tocar. Fue Person el que les indicó cómo continuar: las canciones seguirían vivas mientras alguien las siguiera interpretando. Person murió el 3 de noviembre de ese año. Fue tan brutal su despedida que la banda no siguió tocando… hasta ahora.
“Carreras de aviones son muchas sensaciones, muchas emociones. Más que una vuelta es un renacer por todo lo que significó hacerlo. Hacía diez años que no grabábamos un disco de estudio. Fue el período más largo, no porque quisiéramos sino porque la vida nos llevó a eso, nos puso en otro lugar. Por eso este trabajo es un amanecer y un amanecer con una sonrisa”, reflexiona Barassi, guitarra y voz.
El músico admite que luego de la muerte de Person vivieron un largo y personal duelo hasta animarse a volver a tocar. “Cada uno pasaba su despedida. Nos juntábamos para ver cómo la estábamos procesando. No nos era natural pensar que uno de los nuestros se iba a ir a los 48 años… Conocimos a Ringo Starr, que tiene 80 años”. Barassi recuerda que Person, lejos de rendirse, los alentaba a continuar. “Nunca bajen los brazos, esto tiene que ser una circunstancia, pero las canciones deben seguir para que no se transformen en un archivo”, eran sus palabras o su legado.
Properzi quería tener el disco en la mano. No tuvo tiempo. Sí dejó 12 canciones compuestas durante su enfermedad. Su disco póstumo se llama Via Properzi y fue la forma que encontró de despedirse, sobre todo de su hijo: “Dedicado a mi gran amor y único heredero del apellido, Salvador Properzi”, escribió.
Sin Person, a los Súper Ratones les llegó la invitación de tocar en un festival organizado por el Atlético de Madrid. Cuando el Mono Burgos estaba en el club, el equipo entrenaba escuchando “¿Cómo estamos hoy, eh?”. La canción fue tomada por los aficionados como himno y así se construyó un vínculo con los argentinos.
La propuesta les llegó justo en el momento justo. Viajaron, tocaron, recibieron más invitaciones y se presentaron en distintos shows. La banda volvía. En la Argentina tocaron en la Usina del Arte y decidieron retomar ese disco trunco.
“La música es vida. Cuando hacemos canciones las hacemos en función de esa pulsión de vida. De decirnos ‘estamos acá por algo’, aunque en el medio haya una despedida” dice Barassi. Esa pulsión de vida se nota en Carrera de aviones. Los temas destilan un sereno optimismo y logran un equilibrio maravilloso, entre instrumentos, voces y decires. Es un disco que se puede escuchar en esos días de sol donde todo parece andar bien, o en esos oscuros donde las canciones vienen al rescate.
La banda intentó que el trabajo no fuera ni un golpe bajo ni un homenaje lacrimógeno. “Person está presente desde la celebración, sobrevuela nuestro trabajo, es parte del ADN de la banda. Elegimos evocarlo, pero desde el lugar de la sonrisa”.
Para grabar el disco, los Súper Ratones contaron con una “ayudita de los amigos”. Y qué amigos. “Nosotros tocamos con muchos grupos y es bastante común que tengamos invitados. Esta vez nos arroparon, nos dieron fuerza para arrancar y seguir”.
Aparecen Manu Moretti y Víctor Bertamoni de los Estelares, Juanchi Baleirón de Los Pericos, Berton Averre de The Knack, Ulises Eyherabide de Rescate, Piancioli, Ruffino y Tévez de los Tipitos y, entre tanto roquero, figura una “rara avis”: Jorge Maronna de Les Luthiers. “Son músicos que tocan y cantan en armonía. Gente que admiramos y que conocemos de años de andar dando vueltas por los escenarios. Maronna nos conoce desde Mancha registrada’, hace 21 años. En los temas hay mezclas de géneros e influencias, pero todo en función de enriquecer cada canción”.
Entre los amigos del grupo se encuentra el presidente Alberto Fernández. El vínculo comenzó en el 2002 cuando el entonces legislador los vio en un homenaje a Lito Nebbia en el Teatro San Martín y se sorprendió con la versión que hicieron de “La ventana sin cancel”. “Nos dijeron que le había gustado lo que hacíamos, y decidimos mandarle Urgente, el disco que estábamos por sacar. Él dijo que prefería que se lo diéramos en mano. Comenzamos una relación, pero siempre para hablar de música”.
En el 2008, con Person, lo invitaron a grabar un acústico y Fernández, que ya había dejado su cargo de Jefe de Gabinete, participó con su guitarra en el álbum Súper Ratones. “Jamás pensamos que años después Alberto sería Presidente y Person no estaría”.
Con la certeza del que sabe que es amigo del hombre y no del mandatario, Barassi sostiene que ese vínculo no tiene “ningún ribete que pueda incomodar”, y se siente orgulloso que “una persona como él, con su sensibilidad, esté al frente del país en este momento histórico”. Recuerda que muchos músicos acompañaron gestiones. Bruce Springsteen lanzó un libro con Barack Obama y hasta la combativa Lady Gaga afirma orgullosa que Joe Biden, actual presidente de los Estados Unidos, es su “amigote”.
Los Súper Ratones saben lo que es poner el cuerpo cuando se comprometen con algo. En el 2000 editaron el álbum Mancha Registrada, en ese trabajo se encuentra una de sus canciones más populares, la mencionada “¿Cómo estamos hoy, eh?”, que inmediatamente sonó en todas las radios y canales de televisión. El disco fue nominado a los Grammy Latinos.
Estaba pasando un poco el furor de la canción y una empresa farmacéutica decidió utilizar el tema en la publicidad de un analgésico. Para esa época Los Ratones se habían presentado en el Aula Magna de la Universidad de Santa Fe. Eran tiempos complicados para las universidades públicas porque desde Nación se propiciaba un recorte drástico en los presupuestos. En ese contexto, los músicos utilizaron las ganancias por el uso del tema para organizar una gira en defensa de la universidad pública. “Fue nuestro granito de arena para visibilizar esa problemática” cuenta Barassi, que además de músico es abogado recibido en la UBA. Terminó la carrera preparando parciales y rindiendo finales entre gira y gira.

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