Las confesiones de Susana Giménez en su paso por «¿Quién quiere ser millonario?»: «Nunca soñé en casarme para toda la vida»

Susana Giménez realizó una participación especial en el programa de Santiago del Moro, Quién quiere ser millonario, a modo de festejo por sus 100 emisiones. La primera parte del paso de la diva por el ciclo de preguntas y respuestas se vio el domingo pasado, y la segunda parte saldrá al aire esta noche.
«Hola a todos, un placer estar acá. Un aplauso por favor para mi comodín humano: ¡Teté Coustarot! Es una santa. La persona más culta que conozco», dijo Susana al ingresar al estudio de Quién quiere ser millonario, acompañada por su gran amiga.
«Soy fan de los programas de preguntas y respuestas. Me parecen fabulosos: la familia se junta y juega. Mi hija hasta juega conmigo por teléfono», reveló la diva. Y, sin más preámbulo, comenzó a jugar.
La primera pregunta fue «de qué color es el humo que sale por una chimenea del vaticano, anunciando la elección de un nuevo Papa». A lo que ella respondió correctamente «blanco». Aunque cometió un divertido error al decir que el anuncio con el que el cardenal informa que hay un elegido es «habemus papum», en lugar de «habemus papam». «Va a ser como la frase del dinosaurio», dijo, entre risas, Susana, comparando su perlita con el histórico blooper.
La conductora siguió respondiendo sin problemas y el conductor se tomó el atrevimiento de preguntarle por su situación sentimental. «Estoy sola», aseguró ella, sin dudas. Aunque cuando Del Moro le consultó hace cuánto tiempo no tenía pareja, tuvo que recurrir a su amiga. «Teté, ¿hace cuánto? ¿Cinco años?» A lo que la periodista indicó: «Bueno, sola no está nunca…»
«Pero (Del Moro) habla de pareja, no de… Estoy feliz. No quiero estar con nadie que me amargue la vida, estar esperando que me llame por teléfono y que me afane», dijo la diva, en uno de los momentos más divertidos del programa.
Y agregó: «Nunca soñé con un amor para toda la vida. A lo mejor antes la gente tenía otra cosa: los hombres eran más fieles, más amorosos, mantenían su hogar… Ahora no. Todo es distinto».
Al ser consultada si la han «herido» mucho sus parejas, respondió afirmativamente, aunque agregó: «Yo también he dejado de amar. Y si dejás de amar, chau. No voy a perder el tiempo».
Además, dijo que le gustan los hombres más jóvenes, «de 40 años para abajo». «Aunque alguno de 50 que sea divino puede ser… Tengo amigas a las que siempre le gustaron hombres grandes», aseguró.

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