Los productores bananeros de Formosa, entre la supervivencia y el fin de la actividad

Los productores analizan por estas horas si siguen apostando a la exquisita fruta amarilla que tan bien crece en esta parte del país, o si, finalmente, apuestan a otros plantíos, ante tanta indiferencia oficial. En los próximos días, podrían llevar adelante una movida extraordinaria para confirmar que tan mal, y tan solos, están en los campos formoseños.
La producción de banana argentina se concentra mayoritariamente en las provincias de Formosa, Santa Fe y Jujuy, a través de 5.000 familias en unas 5.000 hectáreas. En mayo comenzó la temporada de cosecha y la producción local compite con la entrada de bananas de Ecuador a un precio más bajo debido al excedente que tiene este país por la caída de la demanda de los países europeos.
Según Pánfilo Ayala, director de la Federación Agraria Argentina (FAA) y productor en la localidad de Laguna Naineck «es muy difícil ver la producción en el campo madurando y que venga un mayorista que quiere pagar entre 50 y 70 pesos el cajón de 22 kilos de bananas verdes. Los productores queremos un futuro con un precio que sostenga la producción para que sea sustentable. A veces se les tiene que dar las bananas como alimento a los cerdos. También estamos preocupados para que haya un mismo estatus sanitario en las regiones del NEA y el NOA».
La producción argentina de bananas es de alrededor de 150 mil toneladas anuales para un mercado interno que consume 500 mil toneladas. Los productores solicitan que haya un período de protección y un precio base para la banana argentina, ya que no es un producto que puedan almacenarlo y especular con los valores.
Ayala contó que la crisis de los productores bananeros comenzó en la década del ’90, cuando comenzó a importarse esta fruta desde Ecuador. En Naineck, por ejemplo, hace 40 años había 12.000 hectáreas con plantaciones que hoy se han reducido a 2.000 hectáreas. «Desde que empezó a entrar banana de Ecuador nos acorraló, somos productores de 1 a 10 hectáreas. Es un problema para una familia, porque muchos se tienen que ir a los grandes conglomerados urbanos como el Gran Buenos Aires».
«Necesitamos una política de Estado y el ministro Luis Basterra, que por suerte es formoseño, puede solucionar este problema que abarca a la agricultura familiar. La banana de Ecuador mata al productor argentino», reafirmó.
El propio dirigente confesó como afecta este escenario a los bananeros, y admitió que actualmente «analizamos las medidas a adoptar buscando movilizar a las autoridades, ante una situación tan injusta como indigna».

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