Una tragedia sacudió a la comunidad educativa de la Escuela N° 171 “Ejército Argentino” de Isla Buey Muerto, cuando tres docentes cayeron al río Paraguay tras la tormenta que azotó la zona ayer. La pequeña embarcación en la que viajaban con destino a Puerto Pilcomayo zozobró debido a las intensas condiciones climáticas. Tras horas de angustiosa búsqueda, la Prefectura halló sin vida a dos de las educadoras, mientras que más tarde encontraron al tercer docente.
El trágico suceso dejó consternada a la comunidad, tanto local como educativa. La noticia fue recibida con profundo dolor y como un recordatorio de los riesgos que enfrentan los maestros en zonas rurales y de difícil acceso, que deben garantizar el derecho a la educación a pesar de las precarias condiciones laborales y la falta de seguridad.
Frente a este hecho, el Gremio Docentes Autoconvocados -GDA- emitió un comunicado donde expresó su profundo rechazo y condena a las condiciones en las que deben trabajar muchos educadores. El Gremio destacó que, a pesar de los bajos salarios y las condiciones de riesgo, los docentes continúan cumpliendo con su misión de enseñar, garantizar la alimentación de los niños y asegurar el sustento diario de sus familias. Sin embargo, lo hacen expuestos a situaciones de gran peligro, como las condiciones extremas de los caminos y el clima.
“Este hecho conmociona a la docencia toda, porque a pesar de los salarios bajos y precarias condiciones laborales, los docentes continúan garantizando el derecho a la educación en situaciones de alta peligrosidad y/o vulnerabilidad. Situaciones que los exponen a perder la vida para cumplir con su tarea de enseñar”, expresaron en su comunicado.
GDA también denunció las prácticas de “extorsión” que enfrentan los docentes, quienes no pueden permitirse faltar a sus trabajos bajo amenaza de perder parte de su salario. En este contexto, se mencionó que, a pesar de las recomendaciones de la policía sobre la intransitabilidad de los caminos en días de lluvia, los maestros deben llegar a sus destinos sin excusas, ya que las autoridades les exigen cumplir con las jornadas laborales sin considerar las condiciones extremas.
El Gremio agregó que, si bien se les paga un porcentaje extra por trabajar en zonas de difícil acceso, este no es suficiente para cubrir los riesgos a los que se exponen. “No importa nada; si la policía dice que los caminos no están habilitados, los docentes deben llegar; además, la policía tiene prohibido tomarles exposiciones días de lluvia, órdenes de la Delegación responden”, detallaron.
La tragedia puso de manifiesto la necesidad urgente de reformar las condiciones laborales de los docentes, quienes se ven obligados a enfrentar peligros constantes para cumplir con su vocación de enseñar.
Finalmente, el gremio hizo un llamado a las autoridades a brindar una solución inmediata a la situación, garantizando la seguridad y el bienestar de los trabajadores de la educación.
Luego de las muertes de tres docentes, GDA condenó las condiciones en las que muchos deben trabajar
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