Luis Naidenoff condenó la represión e hizo responsable a Insfrán por las consecuencias

Tras la represión contra los formoseños ocurrida ayer, el senador Luis Naidenoff afirmó que “la gente salió a la calle en protesta por su libertad” y que por ello “en cambio recibieron balas de goma y gases lacrimógenos y la brutalidad de las fuerzas de seguridad contra mujeres, jóvenes y todos los manifestantes”.
“La gente quiere trabajar, estudiar, y circular libremente, es decir, ejercer sus derechos básicos como ciudadanos y aspirar a una recuperación ante tanta dificultad. A estos pedidos de la ciudadanía se los escucha, no se los reprime”, expresó.
El legislador aseguró que “al día de hoy son cientos los comercios del rubro gastronómico, gimnasios, eventos y muchos otros los que están bajando las persianas definitivamente, porque ya no pueden mantener más las pérdidas constantes, los impuestos y los gastos fijos”.
“En muchos casos son fruto del trabajo de toda una vida, de proyectos que se hicieron con mucho esfuerzo, de los que depende el día a día de miles de familias formoseñas. Muchos también hicieron inversiones y remodelaciones para poder abrir cumpliendo los protocolos y de la forma más segura posible, y hoy nuevamente el gobierno les cambia las reglas de juego”, describió.
“Hay ciudadanos heridos, periodistas y concejales agredidos, ante un uso absolutamente desproporcionado de la fuerza, y por eso hago responsable al gobernador Insfrán por las consecuencias de la violencia y al gobierno nacional por su complicidad”, aseveró.
“Es insólito semejante despliegue de violencia avalada por la complicidad del propio gobierno nacional que continúa mirando al costado y haciendo oídos sordos a la constante violación de derechos humanos que ocurre en nuestra provincia”, insistió.
“La hipocresía de hablar en representación de los derechos humanos y respaldar a un gobierno represor como el de Insfrán llegó a niveles inauditos, por eso insto al Presidente Alberto Fernández que se haga eco de una vez de lo que sucede en Formosa y exija que se deje de reprimir a los formoseños”, reprochó.

Las consecuencias
del retorno a fase 1

Naidenoff analizó la vuelta a la Fase 1 y afirmó que “tiene un gran impacto en la salud integral de los formoseños, porque no todo es COVID-19”. “Hay un enorme daño a la salud mental, emocional, a la salud de los niños que no vuelven a las aulas. Ya lo advierten diversos organismos, por ejemplo UNICEF, que el impacto del cierre de las escuelas y la suspensión de las clases presenciales fue devastador para los aprendizajes, y para el bienestar de niños, niñas y adolescentes, especialmente para los más vulnerables”, explicó.
“También hay otras consecuencias para la salud que pueden ser muy graves en un futuro cercano, porque el confinamiento y el aislamiento hacen que sea mucho más complejo hacerse los chequeos rutinarios o que no se atiendan correctamente otras patologías”, agregó.
Para Naidenoff “los números y la incidencia no justifican estas medidas: Formosa es la jurisdicción con la menor cantidad de contagiados cada cien mil habitantes de todo el país. Basta ver el resto de las provincias para ver que hay otras recetas: reforzar el sistema de salud, mejorar protocolos. Se requiere creatividad y voluntad política”.
Recordó además, las recomendaciones de la corte interamericana de DDHH: “Las medidas que los Estados adopten, en particular aquéllas que resulten en restricciones de derechos o garantías, deben ajustarse a los principios de proporcionalidad, temporalidad, y deben tener como finalidad legítima el estricto cumplimiento de objetivos de salud pública y protección integral, como el debido y oportuno cuidado a la población, por sobre cualquier otra consideración o interés de naturaleza pública o privada”.
“El gobierno nunca quiso conciliar el derecho a la vida, a la salud, con la libertad, el comercio, la salud integral. Un gobierno ciego y sordo al enorme desgaste y cansancio social”, reiteró.
“En definitiva lo que desnudan estas medidas es que el Estado es débil. Es omnipresente en el control, que es la única respuesta, pero es débil y ausente en garantizar derechos mediante un sistema de salud fortalecido para poder atender las demandas, escuelas preparadas que garanticen la enseñanza con los cuidados necesarios, una fuerte campaña de concientización y de información”, analizó.
“Tras un año de iniciada la pandemia en nuestro país, quedó más que claro que el encierro total como política arbitraria y eternizada para combatirla fue más que infructífera. Los casos siguieron aumentando y, junto a esto, la vida de todos los argentinos se vio perjudicada, en su bolsillo, escolaridad y otros aspectos de la salud que exceden al covid-19”, describió.
“Por eso, la vuelta a fase 1 ante pocos nuevos casos decidida por el gobierno provincial refleja la falta de aprendizajes y de un plan de acción que verdaderamente abarque todos los problemas traídos por la pandemia por parte del gobierno. La única respuesta sigue siendo las recetas viejas, encierro tras encierro, cuarentenas eternas sin medir el hartazgo y la desesperación de la gente”, aseveró.
Por último, planteó la existencia de “un hartazgo que se dejó ver a lo largo de toda la cuarentena, que el pueblo formoseño hizo evidente saliendo a las calles, y volvió a hacerlo el día de hoy encontrándose con la peor cara del autoritarismo que define al gobierno provincial”.

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