Monte Chingolo: el detenido declaró que la discusión comenzó por sexo y dio detalles del doble crimen

Abel Romero, detenido por estar acusado del doble femicidio de su expareja y la hija de ella de 7 años ocurrido en la localidad bonaerense de Monte Chingolo, dio detalles ante el fiscal de la causa de cómo asesinó a Cristina Iglesias y a Ada, de 7 años.

El sábado pasado Romero se adjudicó el doble crimen ante la Policía que lo detuvo, pero esa autoincriminación no tiene validez si no es en sede judicial.

Ayer el apresado fue indagado por el fiscal de la causa, Jorge Grieco, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de Lanús, quien lo imputó por doble homicidio triplemente agravado por haber mediado violencia de género (femicidio), por el vínculo (en el caso de su pareja) y por alevosía (en el caso de la niña), delito que prevé una pena de prisión perpetua.

En ese sentido, fuentes judiciales indicaron que Romero reveló que asesinó a ambas con la cuchilla de la casa -ya estaásecuestrada-, que lavó y después guardó, y que actuó solo.

Posteriormente, sostuvo que las enterró y luego limpió toda la casa, al tiempo que el día del hecho habían tomado pastillas del psicofármaco Rivotril y habían fumado marihuana.

Asimismo, confesó que la discusión se inició porque Iglesias quería mantener relaciones sexuales y él se negaba y que ante ello, su pareja comenzó a agredirlo y que fue ella quien agarró la cuchilla que él le quitó y con la que después cometió el doble asesinato.

Además, relató que a la nena la mató porque se despertó y empezó a gritar al ver a su madre tirada, pero los investigadores creen que la asesinó cuando dormía.

También reconoció que se deshizo del teléfono celular de su pareja y que para intentar desvincularse introdujo como sospechoso a un ex vecino que tenía antecedentes por narcotráfico porque sabía que se había mudado al interior del país.

El primer informe forense indicó que Iglesias presentaba entre cinco y siete puñaladas y su hija dos o tres heridas de arma blanca y signos de asfixia.

Romero quedó formalmente detenido el sábado pasado gracias a la intervención de Bruno, el perro weimaraner integrante de la división canina de la Secretaría de Seguridad de Escobar, que ya fue famoso por su rol en otros casos policiales.

Luego del hallazgo de los cadáveres, se cortó un trozo de la sábana que envolvía el cuerpo de la nena y los entrenadores se le dieron al can que, en la comisaría, fue directo a marcar al imputado.

Iglesias y su hija fueron vistas por última vez el miércoles pasado y al día siguiente su familia radicó la denuncia por búsqueda de paradero en la comisaría Lanús 6ta., luego de haber ido a la casa y notar que faltaban sus cosas, que los ambientes estaban revueltos y que alguien había estado limpiando. (NA)

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