Natalia Oreiro rechazó un proyecto en EEUU para evitar mudar a su hijo

La actriz, que presenta la película La Noche Mágica, habló de la infancia que puede darle a Merlín Atahualpa, del rol familiar de Ricardo Mollo y de la falta de mujeres en protagónicos de cine.
Un 24 de diciembre, por la noche, todo parece silencioso y tranquilo en una casa de las afueras de la Ciudad de Buenos Aires. Allí vive un matrimonio con su pequeña hija. En la víspera de Navidad un ladrón entra a robar a la casa, pero la pequeña no sólo lo encuentra, sino que lo confunde con Papá Noel y le pedirá cumplir su lista de deseos navideños. Este es el nudo de La noche mágica, la ópera prima de Gastón Portal que se estrenó hace una semana y que es protagonizada por Diego Peretti (el ladrón) y Natalia Oreiro.
“La película habla de cómo está la sociedad. Es una apuesta jugadísima, cuando leí el guión me atrapó mucho la historia. Me corría también de un registro, me colocaba en un personaje más oscuro, distinto”, dijo Natalia sobre la película, en una entrevista con Marcela Coronel en el programa Mientras tanto (Mucha radio FM 89.5). “En la película no sabemos si mi personaje no vio lo que estaba sucediendo con su hija o no quiso verlo”, agregó, dejando un suspenso para quien todavía no la haya visto.
Asimismo, la actriz uruguaya dejó asentado su compromiso con la infancia: “A mí me conmueve mucho la infancia, me preocupa mucho el lugar que la infancia, la primera infancia y la adolescencia ocupan en la agenda diaria. Hay 8 millones de niños y niñas pobres en la Argentina, una gran cantidad de embarazos adolescentes. Los derechos son avasallados. La sociedad no mira, pasa de lado. Como muchas veces no vemos que hay gente durmiendo abajo de un puente”, dijo, trazando un paralelo con el secuestro de Maia.
En ese sentido, hizo referencia a su familia, conformada además por su marido Ricardo Mollo y el hijo de ambos, Merlín Atahualpa: “Como familia tenemos un lugar de privilegio absoluto. Tener a nuestro hijo bien, sano, bien alimentado, poder elegir dónde estudia. Él es atravesado por el arte, el cine, la música. Tiene una casa con jardín. No ha tenido las necesidades de la mayoría de los niños en la pandemia”, dijo sobre Merlín. También contó que “esta es una familia muy feminista, el rol de padre está a la par del de la madre. Ricardo me ha acompañado a mí en mis viajes de trabajo para poder estar con nuestro hijo”.
Y además, agregó las decisiones que toma siendo madre: “Ser madre es tener el corazón fuera del cuerpo. No hay momento en que no esté pensando cómo está, dónde está, si está abrigadito. Este año me salió una serie en Estados Unidos de tres temporadas, mucho tiempo, y dije no. Sacar a mi hijo de su grupo de pertenencia me pesa mucho. Tengo proyectos acá, puedo seguir creciendo acá. En la búsqueda de la mejor casita y el mejor trabajo nos mudamos 30 veces cuando yo era chica. Me dio gran capacidad de adaptación pero no es el arraigo que quiero que tenga él.
Oreiro, además, habló de sus proyectos venideros que la tendrán en la pantalla grande. Por un lado, hizo referencia a Hoy se arregla el mundo, película que “creo que se va a estrenar en abril. También este año se estrenaría Las rojas. También estuve filmando Iosi, el espía arrepentido en Montevideo, que es una serie para Amazon”.
Y le dedicó un espacio destacado a otro proyecto: “Estoy preparando Santa Evita, sobre la novela de Tomás Eloy Martínez, que es maravillosa. Fui elegida por casting. Algunos pocos elegidos tienen la habilidad de interpretar ese personaje magistralmente. No es mi caso. Soy una agradecida de que me elijan por lo que puedo hacer. Interpretar a Eva es el mayor desafío de mi carrera”, aseguró.
“En el pasado no me sentía lista para el personaje y lo rechacé. Ahora tengo 10 años más que la edad que ella tenía cuando murió. Yo vi el casting porque se lo pedí al director, y me vi muy mal. No me cerraba la voz, la mirada. Evidentemente ellos vieron más allá, por suerte. Lo preparé en un tiempo determinado y a mí no me convenció. Nunca me alcanza el tiempo. Siempre que me dicen que se atrasa un proyecto yo agradezco porque tengo un poco más de tiempo para prepararme. Soy siempre de las que cuando se cierra un proyecto pienso que lo podría haber hecho mucho mejor”, dijo Natalia sobre el camino que la llevó a interpretar a Eva Perón.
A su vez, reflexionó sobre el rol de la mujer en el cine: “En el cine es raro que una mujer pueda encabezar una película. Pero las que eligen qué ver y cortan las entradas son las mujeres. Entonces, ¿por qué la mayoría de las películas son encabezadas por hombres? Y en ese sentido, sería injusto si yo no reconociera el privilegio de hacer lo que quiero hacer. Yo vengo de la formación de Alejandro Romay. Y Romay amaba a las mujeres. Pero eso no significa que cuando leo un guión lo elija sólo porque sea la mujer la que cuenta la historia, porque si no estaríamos cometiendo el mismo error”, afirmó.
Y por otro lado, consideró que las mujeres “queremos ver nuestras historias reflejadas por mujeres, y no como la esposa, la secretaria, la amiga. Como algo equitativo. Si puedo elijo. Y no heroínas. De hecho, el personaje que hago en Iosi está en las antípodas de mi forma de pensar”.
Por último, dedicó un espacio para hablar de su vínculo con Rusia y las cosas que se dijeron alrededor de la vacuna Sputnik V: “El chiste era que te ponías la vacuna rusa y salías cantando ‘Cambio dolor’. Es una mezcla de sentimientos, siento un respeto total a lo que tiene que ver con la salud. Yo sería incapaz de recomendar algo vinculado a la salud. Por otro lado, la satisfacción de derribar ciertos prejuicios en torno a Rusia. Esa cosa de desconocimiento e ignorancia que se tiene. Pero mi vínculo con ellos, con los Rusos, es hermoso”, dijo, a la vez en que considera que la canción “Listo Pa’ Bailar” fue “un regalazo haber compartido este proyecto con Bajofondo. Lo primero que salió fue la versión en ruso y la semana que viene ya sale la versión 100% en español”.

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