Nuevo golpe al bolsillo: esta semana los precios de la carne aumentarán un 4%

En una semana marcada por un nuevo aumento en los precios de la carne, se destaca el informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, que alerta sobre una caída histórica en el consumo de carne de vaca, el nivel más bajo de los últimos 28 años. Este fenómeno no solo impacta en los bolsillos de los consumidores, sino que refleja una tendencia de cambios en los hábitos alimenticios y económicos de los argentinos.
En contacto con el Grupo de Medios TVO Eduardo Dezan, gerente del Frigorífico La Rural, compartió su visión sobre la situación: «Los consumos de carne han bajado a nivel nacional y, lógicamente, también a nivel provincial. En nuestra provincia, la caída ha sido incluso mayor que en otras zonas, probablemente debido a la falta de dinero». En 2024, el consumo de carne se desplomó un 11% a nivel nacional y provincial, reflejando una crisis de accesibilidad económica que supera los incrementos en el precio de la carne, que solo fueron del 60% en el mismo periodo, muy por debajo de la inflación general.
A pesar de que el precio de la carne roja ha aumentado menos que la inflación en el último año, la caída en el consumo se explica más por la falta de poder adquisitivo que por el costo directo de la carne. Muchos consumidores optaron por alternativas más económicas como el pollo o el cerdo, que mantienen precios más accesibles frente a la carne de vaca.
El panorama es cada vez más complicado para los productores. «Nos hemos tenido que ajustar, recortando costos, aunque ya no sabemos hasta dónde podremos seguir achicando», explicó Dezan. Sin embargo, advirtió que los costos siguen en aumento, a pesar de que la inflación muestra señales de desaceleración en ciertos rubros.
Por otro lado, los aumentos en los precios de la carne continúan. Según Dezan, en la provincia no se han registrado grandes incrementos en las últimas semanas, pero se espera que esta semana los precios aumenten un 4%, luego de casi un mes y medio sin modificaciones. En la ciudad de Buenos Aires, en cambio, se habla de aumentos de entre 7% y 8%.
Ante este panorama, las pequeñas y medianas empresas del sector continúan buscando formas de subsistir, pero sin un diálogo cercano con el gobierno. Dezan comentó: «No hemos hablado con nadie, nosotros nos hemos manejado solos. La situación está muy difícil y, si bien buscamos reducir costos, los márgenes de maniobra son cada vez más estrechos».
Este contexto refleja una tensión creciente en el mercado de la carne, que se enfrenta no solo a dificultades económicas, sino también a un cambio profundo en los hábitos de consumo, impulsado por la necesidad de adaptarse a la crisis económica que azota al país.

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