El concejal Fabián Olivera se mostró complacido con la respuesta que viene encontrando durante las reuniones que mantiene con distintos sectores, y consideró que “el objetivo de armar un gran frente político que tenga como principal objetivo sacar adelante a Formosa hace tiempo dejó de ser un proyecto para transformarse en una realidad que no para de crecer, y reúne a destacados dirigentes”.
“Acá hay una realidad económica nacional, con culpas compartidas, pero a las cosas hay que definirlas con claridad: Formosa es una completa isla en el concierto federal, y su realidad tiene un solo responsable. Para modificar este escenario debemos unirnos y encarar los ideales con compromiso y seriedad, usando como herramienta de lucha al diálogo y a la coincidencia pacífica”, sostuvo.
“Creemos que las diferencias nos enriquecen y nos fortalecen. Debemos coincidir en las ideas superadoras y en el diagnóstico, no creer que el distinto es el enemigo, como desde siempre postula el gobernador, dividiendo a la sociedad y destratando al que no comulga con su formato”, reflexionó al sustentar los ideales del sector que integra, junto con el diputado provincial Adrián Bogado, la concejal Gabriela Neme, el intendente de Pirane, Juan Zaragoza, y otros conocidos dirigentes y referentes aldeanos.
“Hay miles de formoseños que rechazan el modelo, una filosofía política construida para beneficiar a unos pocos, que reparte migajas en la mayoría, bajo frágiles argumentos, entre ellos el del empleado público que cobra a tiempo, aunque nada se dice que acá se pagan los sueldos más miserables del país, en medio de persecuciones y jóvenes que son tentados bajo requisitos políticos indignantes y dineros insignificantes”, apreció.
“Nosotros creemos en la necesidad de una apertura, donde la participación sea libre y la capacidad y el compromiso constituyan la base para el crecimiento en todos los niveles de la sociedad”, planteó.
Sobre el escenario nacional, instó a “no equivocarse con los frecuentes espejitos de colores, esos que son ofrecidos por quienes hoy se muestran salvadores del escenario que ellos mismos hundieron”.
“Hay un temor lógico por el regreso del funcionario corrupto que se codea con el narcotráfico, vive como oligarca aunque defiende lo nacional y popular, se traslada en poderosas naves, y mantiene un tono agresivo e irrespetuoso todo el tiempo, propio de quien cree estar manejando su propia empresa; hablo del funcionario empresario que acomoda sus negocios a un costado de su despacho y persigue a todo aquel que tenga la intención de denunciarlo o exponerlo públicamente; la misma gente que, repentinamente, sobrecargó de trabajo a toda la estructura judicial que ahora puede desempeñarse sin persecución ni hostigamiento”, comentó.
