«Pensaba que estaba loca, hasta que me hablaron del síndrome premenstrual»

Eugenia la China Suárez tiene 29 años, pero más de veinte en los medios. Protagonizó varios éxitos en televisión, como Casi Ángeles y Argentina, Tierra de Amor y Venganza. En lo personal, está en pareja con Benjamín Vicuña y es mamá de Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré, y de Magnolia y Amancio, hijos del actor chileno. Siempre segura, se definió como una persona “valiente”, no porque no sienta miedo sino porque lo enfrenta, y en una charla a fondo habló de cómo un desarreglo hormonal afectaba su día a día durante su adolescencia.
Al ser consultada por El Planeta Urbano sobre la importancia de preservar la salud mental, recordó: “Durante mi adolescencia y mis veintes, tenía algunos ‘desarreglos hormonales’ que afectaban mucho mi día a día. Por supuesto, esto no lo sabía hasta que fui a un psicólogo y luego a un psiquiatra. En esa época realmente pensaba que estaba loca, que mi carácter e impulsividad a veces eran inmanejables y que tendría que lidiar con eso para siempre”.
Tras pedir ayuda a profesionales, le hablaron del síndrome premenstrual: “Se habla poco de eso. Y entendí que no estaba loca, sino que mis hormonas estaban haciendo de las suyas. Estuve tomando una medicación que me ayudó muchísimo y logré comprender lo importante que es cuidarnos también en ese sentido y no estigmatizar la salud mental”.
“Me considero valiente porque avanzo a pesar del miedo, no porque no lo sienta. Por supuesto, tuve y tengo mis inseguridades; cuando era adolescente sufría mucho con las comparaciones, esta cosa del Boca-River constante. Que te vivan diciendo: ‘Hacelo como tal, ¿ves cómo lo hace ella?’”, dijo, y agradeció: “No te imaginás cuánto me ayudó el feminismo, escuchar, empatizar. Nos criaron con la mujer como enemiga, como rival, hasta que te das cuenta de la carga que tenemos las mujeres. Empezar a verlas como aliadas me sacó un gran peso de encima y me paró en otro lugar”.
El síndrome premenstrual (SPM) afecta aproximadamente a un 85% de las mujeres en edad fértil, aunque solo un 5 por ciento señala que afecta su calidad de vida. Es definido como un conjunto de síntomas relacionados con el ciclo menstrual, los cuales se dividen en: físicos (sensibilidad o dolor mamario, distensión abdominal, dolores de cabeza, hinchazón en general y aumento de peso), conductuales (cambios en los patrones alimentarios, principalmente necesidad de harina o dulces, trastornos del sueño, que se pueden dar con insomnio o necesidad de dormir más) y anímicos (irritabilidad, cambios de humor, ciclotimia, disminución de interés por actividades habituales, falta de concentración, ansiedad, tensión).
Gabriela Ferretti, médica clínica y especialista neuróloga, explicó hace un tiempo a Infobae: “Es condición sine qua non que los síntomas tengan un patrón temporal de una o dos semanas previas al sangrado menstrual y los primeros días después del inicio del mismo. Si los síntomas no tienen este modelo de tipo temporal, deben descartarse otros cuadros. Por eso, el foco en este cuadro hay que enfocarlo más por los signos conductuales y emocionales”.
En las últimas horas Eugenia viajó con Magnolia (3) y Amancio (9 meses) a Miami, por compromisos laborales. Mientras tanto Vicuña continúa en Chile donde se encuentra grabando una serie. Los actores, que se conocieron en el rodaje de El hilo rojo y están juntos desde el 2016, nunca dudan en decir públicamente lo que sienten el uno por el otro.
“¿Por qué amás tanto a Benjamín?”, le preguntaron en la entrevista a la ex Teen Angels. “Lo amo por su forma de amar la vida, por haber seguido adelante después de algo tan duro e inexplicable como lo que le pasó”, dijo ella muy segura, haciendo referencia sin nombrarla, a la partida de Blanca en el 2012.
Luego siguió: ”Lo amo por su forma de amar a sus hijos, lo amo porque es el primero que no se enoja y me banca cuando llego a casa con un perro que encontré por la calle. Porque nos acompañamos y elegimos, incluso en momentos difíciles y de crisis, lo que para mí ya es mucho”.
Eugenia además habló de cómo pasó el 2020. “Este año aprendí que uno no controla absolutamente nada. Cualquier plan, cualquier proyecto, por más importante e impostergable que parecía, claro que podía esperar. Aprendí lo frágil y valiosa que es la vida. No me animaría a quejarme en absoluto. Viví una cuarentena embarazada, esperando a Amancio en familia, rodeada de amor y en una cama calentita. Agradecía cada día de mi vida. Me generaba mucha angustia la situación en general de la gente, los emprendedores, gastronómicos, médicos, enfermeros, escuchar a la gente que lo pasaba realmente mal me hizo más agradecida”.
En ese contexto, aseguró que los primeros meses de Amancio, que el 29 de julio cumplirá un año, fueron “de mucha paz, mucha conexión” y agregó: “Estar con él era como estar bajo el agua. Fue hermoso criarlo los primeros días, meses, entre tantos hermanos”.

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