Puerto Tirol: sin asistencia, será «imposible» que vuelva a operar el servicio provincial

Guillermo Sosa, gerente de la empresa Puerto Tirol, en contacto con el Grupo de Medios TVO habló sobre la complicada situación por la que atraviesa el transporte luego de un parate total de actividades desde mediados de marzo cuando se decretó la cuarentena ante la pandemia de coronavirus. Explicó que desde ese momento solo están «endeudados» ya que los coches no operan, pero igual deben seguir pagando un porcentaje de los sueldos a los trabajadores.
Comenzó hablando del anuncio del gobierno nacional que otorgó una compensación por $1.000 millones al transporte de larga distancia de todo el país para asistirlos ante más de 130 días sin actividad. La medida alcanza a 112 empresas de transporte por automotor de pasajeros por carretera de carácter interjurisdiccional de jurisdicción nacional.
«Vi el anuncio y la verdad que el dinero no alcanza para nada, eso es aleatorio, no son los verdaderos números que tenemos nosotros, pero qué vamos a hacer, algo es algo», expresó.
Aclaró además que «eso es para el servicio interjurisdiccional de jurisdicción nacional, es decir entre provincias, acá en la jurisdicción provincial todavía no nos han atendido».
Se refirió además a cómo está la situación económica en la empresa. «Así como vamos no tenemos ninguna posibilidad de darle continuidad a todo esto, es muy difícil realmente que nosotros podamos arrancar una vez terminada la pandemia, estamos con deudas, descapitalizados, sin ninguna posibilidad de empezar nada, nosotros mientras tanto ya hicimos un preventivo de crisis, al menos en los servicios provinciales es muy difícil que tengamos alguna capacidad de reacción para poder empezar el día que se autoricen los servicios. Por el momento no hay nada, hicimos una gestión a través de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas y las noticias que nos hicieron llegar son que no tienen ni siquiera en la vista una asistencia financiera a las empresas de colectivos, en ese contexto estamos desprotegidos, estamos parados, pagando los sueldos convenidos a los trabajadores, no es el sueldo completo, se hizo un acuerdo en la UTA que se extendió para julio y agosto, ahorro no tenemos porque no contamos con una capacidad para eso ya que vivimos al día, nos quedamos con deudas, con colectivos que no estamos pudiendo pagar desde que dejamos de trabajar, nos quedamos con deudas con petroleras, proveedores, con los bancos, no tenemos capacidad de reacción si estamos 20 metros bajo tierra, está muy difícil el tema sobre todo en los servicios provinciales va a ser muy difícil reiniciar, yo lo descartaría, no tenemos capacidad de reacción para eso a no ser que a ultimo momento haya alguna reacción y nos den una asistencia financiera para iniciar los servicios, de lo contrario va a ser imposible», aseveró.
«Yo tengo 14 servicios diarios a Corrientes, después tengo otro servicio a Resistencia, dos horarios a Buenos Aires, ahí tengo más de 20 servicios diarios que hago, tengo esa cantidad de colectivos, por eso me dan una ayuda nacional, pero los cinco colectivos que tengo trabajando en la provincia y los 14 empleados que tengo acá los tengo que financiar yo porque acá nadie me ayuda», explicó sobre lo que ocurre.
Se refirió además a la apuesta que realizaron de brindar un servicio dentro de la provincia, que el mes entrante cumplirá dos años y que, hasta ahora, no fue viable en el tiempo. «En agosto iban a hacer dos años que empezamos a operar acá, a los colectivos los tenemos a medio amortizar porque esos colectivos se amortizan en 48 cuotas de las cuales llegamos a pagar unas 20 porque los últimos 4 meses no pudimos pagar, a eso hay que sumarle todo el fiado que veníamos sacando del combustible para funcionar más todo lo que teníamos comprado como previsible ya sean neumáticos y demás que no podemos pagar, al menos del estado provincial no tenemos ninguna asistencia financiera y por la gestión que hemos hecho es difícil, es distinto el caso del servicio urbano al que le dan 15 millones de pesos por mes, con eso pagan los sueldos y con lo poco que recaudan sobrevive», destacó.
Reconoció además que «va a ser muy difícil volver a trabajar, nosotros como las otras operadoras tengo la certeza de que no tenemos un peso para arrimarnos al surtidor a cargarle combustible a los colectivos, con ese panorama no tenemos perspectiva, acá nadie te ayuda, pregunta, nada de nada, hay un total desinterés del problema, están desligados, que nos arreglemos como podemos. Los préstamos del banco no existen, nosotros presentamos los papeles, actas, balances, miles de papeles que completamos, pero no nos otorgaron el préstamo, pedimos una asistencia financiera pagar sueldos y no nos dieron un centavo entonces quiero saber esos a quiénes les dieron esos 1800 créditos para pymes. No dan asistencia financiera, el banco no presta plata, eso que tienen para prestar, y si prestan deben darle a alguien que tiene pocos empleados, no a una empresa como nosotros, con esa perspectiva no tenemos ningún futuro».
Para finalizar aseguró que el escenario futuro es además desalentador teniendo en cuenta que si se reactivan los servicios, los móviles solo podrán trabajar con una capacidad reducida para que se mantenga la distancia social. «Ni siquiera puedo hablar de ese tema de operar con menos pasajeros, si tenemos capacidad de 70 asientos, pero solo podemos llevar 30 pasajeros no se va a poder, si con el colectivo lleno no nos alcanza la plata cómo vamos a funcionar con media carga, quién nos paga la mitad del vacío que llevamos. Es una locura, es imposible seguir de esta forma. Al menos un operador medianamente razonable ni soñando hace una cosa de estas, es imposible, el servicio de transporte por automotor es caro, los vehículos son caros, los repuestos también, los neumáticos, los combustibles, los sueldos también, los choferes ganan 60 mil pesos, la mano de obra es cara y la tarifa es regular», culminó preocupado.

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