La provincia de Formosa sufrió una fuerte retracción de recursos por la pandemia y su consecuente parálisis económica a partir de la instauración del aislamiento obligatorio: solo en el primer semestre del año (enero a junio 2020), sufrió una pérdida real de $6.263,7 millones por transferencias automáticas (coparticipación, leyes especiales y compensación consenso fiscal) y de recaudación propia, según un informe recientemente publicado por la consultora Politikon Chaco.
Acumulado el primer semestre de 2020, por coparticipación federal, leyes especiales y compensación del consenso Fiscal (a lo que se agrega un pequeño monto a principios de año por compensación de Compensación de la Medida Cautelar CSJN 01-10-2019) Formosa captó un total de $31.886,5 millones, que significó un tímido incremento nominal en relación al mismo período 2019 del 27,5%, lo cual, ajustado por inflación, representa una caída en términos reales del 13,1%, al igual que el resto de las provincias del NEA.
A su vez, la recaudación propia de la provincia finalizó junio acumulando en el año un total percibido de $2.108,2 millones, un magro 20,2% más que mismo período 2019 en términos nominales, al tiempo que, ajustado por inflación, implica una caída real del 18,1%.
Los meses de abril y mayo fueron los más fuertes en términos de caídas, tanto en los recursos de origen nacional como la recaudación propia, y mostró cierta mejora en junio. Pero la provincia no solo sufrió los efectos de la pandemia, sino también los de la recesión económica que lleva dos años en el país: enero y febrero también mostraron caídas reales en ambas recaudaciones.
En lo que respecta a la recaudación provincial, durante todo el año se movió por debajo de la inflación, siendo mayo el mes de mayor brecha entre la variación de los ingresos y el IPC: poco menos de cuarenta y seis puntos de distancia. Ello se evidencia cuando observamos las pérdidas reales medidas en pesos estimadas para cada mes: en enero y febrero la provincia perdió $49,1 millones y 62,6 millones respectivamente; en marzo la pérdida fue de $62,8 millones; luego, en abril creció a los $125,7 millones y en mayo totalizó $143,5 millones; junio mostró una marcada desaceleración de la caída, pero fue igualmente de gran magnitud: -$91 millones.
De este modo, solo en concepto de recaudación propia, Formosa acumuló un total de pérdidas en el primer semestre del año de $543,7 millones.
En lo que tiene que ver con las transferencias automáticas de recursos de origen nacional, la caída más fuerte se reflejó en mayo, pero todo el año mostró caídas: en enero y en febrero Formosa perdió $684 millones y $283 millones respectivamente; en marzo, donde ya se empezó a sentir el impacto de la pandemia, perdió $538 millones; en abril creció la caída a los $1.050 millones; y en mayo la situación mostró su peor cara: la provincia perdió $2.140 millones. En junio la situación mostró una leve mejora, pero igualmente Formosa dejó de percibir un total de $1.034 millones.
En el total del semestre, la pérdida real de Formosa en este punto está estimada en $5.729 millones.
Si se toman los dos puntos (transferencias automáticas de recursos nacionales y recaudación propia), Formosa perdió en el primer semestre del año un total de $6.263,7 millones, equivalente a aproximadamente 2 meses y medio de pagos en salarios a los agentes públicos provinciales.
Hay que considerar que el Estado Nacional activó mecanismos de financiamiento para las provincias, a través de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y créditos del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial (FFDP), que intentan compensar en cierta medida las caídas mencionadas: Formosa, en el primer semestre, recibió por ATN un total de $1.375 millones (que equivale a un 22% de la pérdida estimada), mientras que por crédito del FFDP no ha recibido desembolsos por el momento.
