
Introducción
El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ordena modificar el artículo de la Constitución Provincial de Formosa que permite la reelección indefinida del gobernador y vicegobernador, plantea interrogantes sobre la soberanía provincial y el federalismo en Argentina. Al mismo tiempo, este fallo habilita indirectamente la reforma constitucional convocada en octubre pasado por la sanción de una ley promovida por el gobernador Gildo Insfrán. En este ensayo, analizaremos el impacto histórico y político de este fallo, sus implicancias en el contexto actual y la continuidad de Insfrán como figura central de la política formoseña.
El fallo de la Corte y su impacto político
La Corte Suprema, al intervenir en una cuestión de índole provincial, establece un precedente que afecta la autonomía de Formosa, un derecho garantizado por el artículo 121 de la Constitución Nacional.
La decisión judicial obliga a reformar un artículo que, según la Corte, vulnera principios republicanos al permitir la reelección indefinida.
Sin embargo, este fallo no inhabilita al gobernador Gildo Insfrán para presentarse a un nuevo mandato, ni deslegitima el proceso de reforma constitucional ya convocado.
La interpretación del fallo como una habilitación de la reforma constitucional resulta central.
Este proceso, respaldado por una amplia mayoría en la Legislatura provincial, no solo busca ajustar las normativas locales a los principios republicanos, sino también proteger derechos fundamentales y recursos estratégicos de Formosa ante políticas nacionales que podrían amenazarlos.
En este contexto, resulta llamativo el festejo de la oposición política, que ha interpretado el fallo como una victoria definitiva. Sin embargo, este entusiasmo recuerda a la figura de Pirro de Epiro, quien, tras una batalla devastadora, expresó: «Otra victoria como esta y estaré perdido.» La oposición parece haber ignorado que el fallo no inhabilita al gobernador ni detiene el proceso de reforma constitucional, lo cual demuestra la falta de una comprensión estratégica de las implicancias reales de esta decisión judicial. Más que una victoria, este festejo simboliza un triunfo aparente que en nada altera el curso del proyecto político en Formosa.
Gildo Insfrán y la continuidad histórica
Gildo Insfrán, quien ha liderado la provincia con una visión estratégica y un modelo inclusivo, encarna la continuidad de un proyecto político que ha transformado la realidad formoseña.
La Corte Suprema no lo inhabilita como candidato, lo que refuerza la legitimidad de su mandato actual y su posible participación en futuras elecciones.
Esta decisión pone en evidencia la importancia de considerar el fallo no como una limitación personal, sino como una oportunidad para consolidar un marco constitucional más sólido y actualizado.
La reforma constitucional: más allá de la reelección
Es fundamental destacar que la reforma constitucional convocada no se limita a la cuestión de la reelección.
Entre sus objetivos se encuentran la defensa de derechos laborales, la inclusión de derechos de cuarta generación y la protección de los recursos naturales estratégicos de Formosa.
En un contexto de avance de políticas neoliberales extremas a nivel nacional, como las promovidas por el presidente Javier Milei, esta reforma se presenta como una herramienta para blindar el modelo formoseño y garantizar la estabilidad institucional de la provincia.
Además, la reforma constitucional busca resolver contradicciones jurídicas heredadas de reformas previas, como las de 1992 y 2001, y consolidar un marco normativo acorde a los desafíos contemporáneos. Esto implica un ejercicio de soberanía popular que reafirma la voluntad de los formoseños de decidir sobre su futuro sin interferencias externas.
Conclusión
El fallo de la Corte Suprema, lejos de ser una amenaza para el liderazgo de Gildo Insfrán, refuerza el camino hacia una reforma constitucional integral que trasciende el debate sobre la reelección indefinida. Esta coyuntura ofrece la oportunidad de fortalecer el pacto social y jurídico que sustenta el modelo formoseño, protegiendo los derechos de sus habitantes y asegurando la continuidad de políticas inclusivas en un contexto nacional adverso.
Como historiador, considero que este momento histórico representa un desafío y una posibilidad.
La reforma constitucional en Formosa no solo responderá a las exigencias de la Corte, sino que será un acto de soberanía y un legado para las futuras generaciones, garantizando que los principios de justicia social y desarrollo sostenible permanezcan en el centro de la vida provincial.
El liderazgo de Gildo Insfrán, enmarcado en un proceso democrático y participativo, está asegurado porque el fallo de la Corte no lo inhabilita para otro mandato, una vez reformada la Constitución provincial.
Por ello, Insfrán seguirá siendo un pilar fundamental para la construcción de una Formosa que defienda sus derechos frente a los embates de un modelo nacional que, en muchos aspectos, ha demostrado ser regresivo y excluyente.
Además, el festejo de la oposición, carente de una victoria real, se asemeja a una celebración vacía, que solo demuestra su desconexión con los avances institucionales de la provincia y el respaldo popular que sostiene el proyecto liderado por Insfrán.
Lic. en Historia: Faustino “Yiyo” Duarte