Respiró en los penales: River eliminó a Gimnasia de Mendoza y pasó a los octavos de la Copa Argentina

Arrancar oficialmente el semestre con un duelo mano a mano decisivo y sin margen de error puede ser tan motivador como perjudicial para un equipo que recién deja atrás la pretemporada. Pero, a contramano de esa posibilidad, para Gallardo era una gran oportunidad para que su equipo lograra mentalizarse y arrancar la temporada a pura intensidad. Más allá del deseo, su equipo tuvo una mala noche colectiva, no contó con rescates individuales y debió sufrir hasta los penales (5-4) poder asegurar el pase a octavos de la Copa Argentina ante Gimnasia de Mendoza, tras el empate 1-1.

Ante 28 mil personas en el Estadio Unico Parque La Pedrera de Villa Mercedes, San Luis, el Millonario debió luchar más de lo que creía ante el equipo que milita en el Nacional B. Para afrontar el debut, y con la idea de darle rodaje a los titulares de cara a la ida de los octavos de final de la Libertadores del próximo martes ante Cruzeiro, el DT dispuso el mejor equipo a disposición, a excepción de los lesionados (Pratto y Scocco) y los seleccionados (Armani, Casco y Suárez).

Aunque tuvo el control de la pelota, a River le costó transformar esa constante superioridad en peligro: fue un equipo largo, poco lúcido, repetitivo a la hora de atacar con sus laterales, desordenado en defensa y con escasa profundidad y llegada al área rival.

Con la lesión de Ponzio a cuestas (sufrió una molestia en el tendón del pie derecho y fue reemplazado a los quince minutos), necesitó de Lux, un inesperado salvador, para sostenerse: a los 5 minutos le sacó un claro mano a mano a Carrizo tras un error de Ponzio y a los 12 del complemento le tapó un penal a Morales, luego de una clara falta de Angileri sobre López.

Con orden y sacrificio, Gimnasia se mostró sólido y afianzado desde el primer minuto y estuvo lejos de sufrir el trámite del juego. Tan es así que cuando fue golpeado por el gol de Palacios a 25 minutos del final, a los 3 minutos logró la igualdad con un cabezazo de Vera -perdió la marca Pinola y respondió mal Lux- en un córner que desnudó falencias defensivas del Millonario.

El tramo final del encuentro casi no tuvo emociones y el aguerrido equipo mendocino logró cerrar los caminos de su rival para llevar la definición a los penales. Allí, tal como en el inicio del ciclo Gallardo en julio de 2014 con el 0-0 (6-5) sobre Ferro en los 16vos de final de la Copa Argentina, logró avanzar por la efectividad de sus pateadores (Nacho Fernández, De La Cruz, Ferreira, Borré y Rollheiser), aprovechando el fallo de Andrada, que estrelló en el travesaño el tercer penal de los mendocinos.

La noche que parecía ser un dolor de cabeza terminó siendo tan solo un susto y una pequeña alarma a futuro. Tras dos buenos partidos de pretemporada, se vio a un River deslucido, sin la velocidad ni la inteligencia habitual. Y, pese a que logró la clasificación y ahora jugará en octavos ante Godoy Cruz, se llevó las dudas de un inicio problemático -algo que le suele ocurrir en cada semestre- y la lesión de un soldado vital como Ponzio. En siete días llegará Cruzeiro y el técnico Gallardo tendrá una semana para barajar y dar de nuevo.

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