River igualó 0-0 ante Cruzeiro por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores y deberá al menos empatar con goles en Belo Horizonte para avanzar a cuartos. Fue el equipo que asumió el peso del partido, generó oportunidades para marcar, pero no mostró la imagen arrolladora del final del pasado semestre. «Si bien hicimos una primera media hora buena, no la pudimos sostener. Jugamos ante un equipo duro, con oficio, que hizo un planteamiento bastante inteligente. Tiene que ver con la clara falta de ritmo de partido, de competencia, más allá del empuje final», analizó el entrenador Marcelo Gallardo, que protagonizó una conferencia de prensa muy activa, por sus conceptos y por un par de episodios particulares que definen su temperamento.