La Juventus deberá seguir esperando. El líder de la Serie A cayó ayer 2 a 1 en su visita al Udinese y postergó la consagración al menos por una fecha más. El equipo de Maurizzio Sarri sigue lejos de su mejor nivel y hoy volvió a caer en los mismos errores que en las últimas jornadas por lo que sigue sumando preocupaciones de cara a lo que será el Final 8 de la Champions League.
El encuentro inició como se preveía, con el conjunto visitante como amo y señor del dominio del balón y el cuadro local agazapado en el fondo a la espera de un contragolpe letal. Con el correr de los minutos, el equipo líder del certamen se hartó de circular el balón sin profundidad y comenzó a buscar el arco contrario con remates de media distancia.
Paulo Dybala, a los 13 minutos, desenfundó un zurdazo en la puerta del área tras el rebote de un tiro de esquina, que obligó al argentino Juan Musso a volar para evitar la caída de su valla. Más tarde, fue Cristiano Ronaldo quien por la misma vía vio al esférico irse a centímetros del palo.
Por su parte, Udinese tuvo una oportunidad clara en un centro desde la izquierda que Danilo, en su afán por rechazar, peinó la pelota y ésta hizo sonar el palo del arco defendido por Wojciech Szczęsny.
La apertura del marcador llegó cerca del final de la primera mitad y por el camino más efectivo. El holandés Matthijs De Ligt capturó un rebote a metros del área, se acomodó y sacudió con un remate cruzado de derecha que se clavó abajo contra un palo y provocó los festejos de la Juventus.
En el complemento, la Juventus padeció los mismos errores que ante Sassuolo, Atalanta y Milan, y el Udinese aprovechó sus distracciones para revertir el marcador y obtener un triunfo clave en su lucha por el descenso.
Antes de los 10 minutos, el local armó una jugada colectiva muy buena por izquierda con combinaciones de Okaka con Sema que culminaron con un al segundo palo para que Ilija Nestorovski se lance de palomita libre y estampe de cabeza el 1-1.
Rodrigo de Paul se transformó en figura y se disfrazó de titiritero para mover los hilos de su equipo que ganó confianza y comenzó crecer en juego. Al mismo tiempo, La Juve se hundió anímicamente, como le viene ocurriendo. Perdió la pelota, se quedó sin ideas en ataque y las individualidades no lo salvaron.
Fue así que en el tiempo de descuento Seko Fofana protagonizó un contragolpe a pura potencia que dejó expuestas todas las falencias de un equipo que no pudo contar ni con Chiellini ni con Bonucci. El delantero francés ganó a pura potencia un pelotazo que parecía perdido, dejó tirado a dos rivales y al quedar mano a mano definió con tranquilidad para establecer el 2-1 y desatar la locura.
Con el triunfo, el cuadro local le sacó siete puntos de ventaja al Lecce, equipo que por ahora ocupa la tercera plaza de descenso, y con tres jornadas por delante está prácticamente salvado de perder la categoría. Por su parte, la Juventus deberá seguir esperando para gritar campeón. El domingo obtendrá su noveno Scudetto de manera consecutiva si triunfa ante la Sampdoria en su estadio, pero los festejos podrían también adelantarse si el viernes el Milan vence a Atalanta.
