Un grupo de madres expuso su situación de vulnerabilidad y reclamó entrega de módulos

Ayer por la mañana, un grupo conformado por alrededor de 10 madres de distintos barrios de la ciudad, se acercó hasta el edificio del PAIPPA donde funcionan las oficinas del Ministerio de la Comunidad para reclamar la entrega de módulos habitacionales ante la situación desesperante que padecen.
Algunas mujeres llegaron en compañía de sus pequeños hijos y realizaron un corte de calle que duró pocos minutos ya que personal del Ministerio salió para dialogar y les pidió que fueran hacia la vereda para tratar de atenderlas y analizar la situación de cada una, hecho que no sucedió y por eso amenazaron con quedarse en el lugar hasta ser recibidas y que les entreguen «la llave en mano», según manifestaron en diálogo con el Grupo de Medios TVO.
La mayoría aseveró que de manera constante ven cómo se realiza la entrega de módulos habitacionales y que pese a estar censadas y contar con todos los papeles necesarios para recibir una casilla, hasta el momento no tienen novedades, algo que sí ocurre con otras familias y por eso denunciaron «acomodo».
«Nos pidieron que salgamos del corte de calle para llevarnos a los módulos, pero cuando salimos no nos dieron nada, volvimos y nos dijeron que tenemos que esperar los papeles y demás, pero de acá no nos vamos a mover hasta que nos den una llave, dijimos que nos lleven directo a los módulos, desde el 2015 que estamos esperando», aseveró una joven presente en el lugar.
«Nosotras tenemos papeles, tirillas, tenemos todo, solo nos falta la llave, no sé qué tanto mezquinan, para qué tienen esos módulos», se preguntó. Asimismo aseguro que «mi cuñada vive en Lote 110 y todos los días vemos que se entregan módulos, de lunes a lunes, camiones no paran de llegar. Nosotros ya tenemos visitas, tenemos los papeles, estamos en el sistema, cuántas visitas quieren, nos morimos de frio, perdemos trabajo por venir acá».
«Hace cinco años que estoy anotada, las visitadores sociales ya fueron a ver mi situación, esa vez me pidieron los papeles de mi casa, les di en mano para que entreguen acá y las veces que vengo me dicen que estoy anotada en el sistema y ahora me salen con que no estoy en el sistema y que no reciben en la casa los papeles, que tengo que esperar a 1 de agosto, estoy en una situación de calle, tengo una semana para salir de mi casa, mi hijo está enfermo y no tengo donde ir, ellos me tienen de acá para allá, sufro violencia de género, mi hermano con adicciones, mi hijo está aprendiendo cosas que no debe y por eso quiero un techo», expresó una joven madre.
«Hace años estuvimos más de 500 personas acá muriendo de frio, a mi hijo le agarró ataques de epilepsia por chupar frío y tuve que salir de ese acampe porque se internó, desde ahí ellos nunca fueron a vernos, a mi comadre y a una tía que no tiene hijos ni enfermedad le entregaron», denunció otra.
De la misma forma, otra joven aseveró que «hay gente que no necesita y le entregan, personas que tienen plata, policías que tienen plata y les dan, hay muchos acomodados, quiero saber cuánto tenemos que dar para que nos den un techo, ellos están haciendo negocios, a la mayoría que les dan el módulo se arman tremendas casas porque es un negocio. Nos hacen venir todos los días y cuando hacemos problemas supuestamente van a hacer visitas y no nos encuentran».
«Yo vivo detrás del Puente Blanco, me inundo las veces que llueve», graficó otra muchacha.
«A unas 30 personas por día les están entregando los módulos, seguro son esas personas que ni se preocupan en venir a ver, nosotras casi todos los días venimos a ver nuestros expedientes y hay personas que no se preocupan, están en su casa, viven con sus familias y les dieron el módulo y es injusto, nosotros les traemos fotos de cómo vivimos, traemos a nuestros hijos y no nos hacen caso, qué más tenemos que hacer», lamentó otra mujer.
«Nos dijeron que la semana que viene no nos van a atender más con niños, que vengamos solas y en plena pandemia empezaron a entregar los módulos, yo estaba en Lote 111 el lunes y había muchísimos camiones llevando a las familias a los módulos, cómo puede ser eso. A veces no podemos dejar a nuestros hijos en la casa, somos las madres y los tenemos que llevar con nosotras», explicó otra joven.
«Ellos nos tratan mal, es mala educación lo que hacen, nos hacen esperar un montón de tiempo y atienden solo una hora, qué pasa con esto», se preguntó otra madre que se acercó hasta el lugar a pedir por un lugar digno donde vivir.

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