Un hombre falleció y 18 horas después fueron a buscar el cuerpo; vecinos denunciaron una «pesadilla»

El domingo por la noche, Walter Jorge Cantero fue trasladado por sus vecinos en un precario carrito al Centro de Salud del barrio La Floresta, porque estaba enfermo. Los profesionales de salud lo enviaron a su domicilio en donde falleció sentado y luego de 18 horas, las autoridades trasladaron sus restos.

En un inquilinato en Rafael Obligado al 800 del barrio La Floresta de esta capital, los restos de un hombre permanecieron por al menos 18 horas a cargo de los vecinos del lugar ante la ausencia de las autoridades sanitarias para su traslado.

Walter Jorge Cantero vivía solo, tenía 43 años y vendía latonas, sillas y otros productos de plásticos en un precario carrito en el que fue trasladado en la noche del domingo hasta el Centro de Salud del barrio por sus vecinos. «Estaba mal, no podía caminar, se caía a cada tanto, se ve que se agitaba» testificó una mujer que ayudó a trasladarlo y que vive en el mismo inquilinato junto a otras 9 familias.

Al llegar al lugar fueron atendidos por la guardia, le realizaron el testeo para Covid-19 dando resultado negativo y le indicaron que debía permanecer en su casa tomando algunos medicamentos, indicó la vecina. «Él estaba feliz porque ya estaba un poco mejor».

Precisamente esta mujer fue quien el día lunes por la siesta se encontró con el triste final y el inicio de una pesadilla como lo describió.

«Ayer (lunes), 14:30 por ahí vengo yo y él estaba en su silla, yo creí que estaba durmiendo y le digo a un vecino anda a decirle que vaya a dormir a su cama, no quiso ir, entonces voy yo y le hago por la cabeza y ya estaba todo duro», manifestó. Walter falleció sentado a pocos metros de la puerta de su alquiler.

Allí comenzó la pesadilla. Los vecinos llamaron a emergencias «y no querían venir porque era covid y le dijimos que tenemos el hisopado negativo», aseguró. Una mujer, acompañada por efectivos policiales asistió al requerimiento, «vino a mirarle guau y dijo que tengamos cuidado porque después le puede dar positivo».

«No eran los forenses, vino una combatista con los policías. Vino le miró, le dio un guante sucio que ella tenía al chico (vecino) para que le vista y lo ponga en la cama. Hasta hoy (martes) a las 8 de la mañana tenía que estar el cuerpo en la cama», indicó la vecina.

Al pasar las horas y ante esta situación fueron los propios vecinos quienes tuvieron que colocarle los elementos de bioseguridad establecidos por protocolo para estas situaciones. Lo vistieron en el sillón y lo trasladaron hasta su cama ya por la noche. «Era inaguantable el olor cuando lo cambiamos en la cama. Se ve el video de como salían todos vomitando de la pieza», dijo al respecto la persona que colaboró en el procedimiento.

Fueron los mismos vecinos quienes tuvieron que colocar los restos de Walter en el cajón que lograron conseguir sus hermanas cerca de las diez de la noche de ese día lunes. Hasta ese momento el forense no apareció, tampoco ninguna ambulancia para su traslado, denunció.

«El forense que va a venir, nunca venía. Desde las dos llamamos, a las cuatro vino un móvil, dijo bueno vamos a buscar al forense. Después a las siete la misma historia y así. La gente estaba histérica, nadie se hizo cargo, nadie vino. Vino la señora y dijo ahora es tarde, espera hasta mañana a las 8 de la mañana», por la mañana del martes.

Finalmente y luego de 18 horas desde que los vecinos encontraron sin vida a este hombre, una ambulancia llegó al domicilio y trasladaron los restos al cementerio local, refirieron vecinos de la zona. Esa noche «las criaturas ni dormir podían y no se podía caminar por el pasillo por el tema del olor», expresó la mujer.

«Era una pesadilla lo que vivimos, lo que pasamos, que nadie vino o sea bronca porque te podes morir bien y nadie viene», lamentó.

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