Preocupación en el Gobierno por la construcción de un mega puerto en Malvinas y escala la tensión con Gran Bretaña por la Antártida

El gobierno de las Islas Malvinas declaró al astillero Harland & Wolff como favorito para la construcción de un nuevo puerto de grandes dimensiones, que reemplazará al que funciona desde la época de posguerra y que podrá ser utilizado para actividades vinculadas a la explotación petrolera, pesquera, el turismo, la ciencia e investigación y hasta la defensa. Debido a sus prestaciones, en ámbitos diplomáticos consideraron que esa nueva instalación puede servir como puerta de entrada para proyectar los intereses británicos en la Antártida y por eso hay preocupación. Mientras tanto, las obras en Ushuaia para tener un puerto argentino de aguas profundas están detenidas.
No es la única novedad vinculada a Malvinas que se produjo en las últimas semanas. Se suma a la que se conoció a principios de mes del Comisionado de las Georgias y Sandwich del Sur que “en nombre de su majestad” estableció restricciones totales a la navegación y pesca sobre casi 170.000km2 adicionales del Mar Austral, incluso sobre espacios que están en disputa de soberanía con la Argentina. Infobae pudo saber de fuentes diplomáticas que el gobierno de Javier Milei llevará entre lunes y martes una queja formal ante los países que integran el Tratado Antártico.Son movimientos que ocurrieron sugestivamente después de la visita del secretario del Foreign Office, David Cameron, a Puerto Argentino, el 19 de febrero. Ante los isleños el funcionario rechazó discutir los derechos soberanos sobre el archipiélago, pese a las resoluciones de Naciones Unidos que instan a abrir una negociación de buena fe. “Mientras quieran ser parte del Reino Unido son absolutamente bienvenidos y los apoyaremos y ayudaremos a protegerlos y defenderlos absolutamente, en lo que a mí respecta, por el tiempo que quieran. Y espero que sea por mucho, mucho tiempo, posiblemente para siempre”, dijo Cameron. Tanto la visita y estas declaraciones derivaron en un fuerte cruce en Brasil, entre el canciller y la ministra Diana Mondino.
En ese contexto de acumulación de desencuentros es que se dio el anuncio. La semana pasada tuvo un capítulo clave un proceso que se había iniciado en julio de 2023, cuando la Asamblea Legislativa de las islas, puso en marcha la convocatoria para que empresas de todo el mundo presentaran propuestas para renovar el puerto. Ese proceso, que empezó mientras en la Argentina estaba el gobierno kirchnerista, dio un paso clave la semana pasada con la elección de la empresa que estará a cargo de la obra. H&W es mundialmente famosa por haber construido el Titanic, el mítico transatlántico que naufragó y dejó unos 1.500 muertos.
En un comunicado oficial, Harland & Wolff confirmó que fue elegido como “oferente preferido por el gobierno de las Islas Malvinas (Falkland Islands Government, FIG) para apoyar la entrega de la instalación portuaria de las islas, conocida como FIPASS”. El Falkland Interim Port and Storage System es la estructura que esta misma empresa, H&W, reconstruyó después de la guerra entre Argentina y el Reino Unido, allí en Port Stanley (Puerto Argentino) y que hace 40 años está funcionando.
En esa misma comunicación oficial del astillero se indica que la decisión fue anunciada por la FIG tras una sesión de su Consejo Ejecutivo (ExCo) la semana pasada y que el valor del contrato va a estar en el orden de las 120 millones de libras, en torno a los 155 millones de dólares. “Harland & Wolff ya tiene un gran legado en las Islas Malvinas, ya que construyó las seis barcazas conectadas que conforman las instalaciones portuarias existentes en las islas hace más de 40 años. El proyecto FIPASS implica la construcción, transporte e instalación de cuatro pontones flotantes, cada uno de unos 90 metros de longitud”, precisó.
Se trataría, entonces, de una estructura flotante del orden de los 400 metros de largo que, de acuerdo a los documentos que trascendieron de la Asamblea Legislativa y la empresa, tendrá áreas destinada al turismo -con zonas donde podrían operar crucero de gran porte- pero sobre todo a actividades económicas como apoyo para la actividad petrolera en alta mar, la pesca y comercio en general, pero también para la actividad científica y de investigación.
El director ejecutivo de Harland & Wolff, John Wood, dijo “este proyecto no sólo destaca nuestra asociación duradera con el FIG, sino que también refuerza nuestra reputación como proveedor confiable para proyectos de ingeniería marina grandes y complejos. Con nuestra historia de ofrecer el FIPASS original, aportamos una gran experiencia combinada con lo último en innovación de fabricación para ofrecer un sistema portuario moderno, eficiente y sostenible”.
“Este proyecto no sólo significa un paso adelante para las Falklands (Islas Malvinas) sino también para Harland & Wolff a medida que continuamos construyendo nuestro legado de excelencia e innovación”, agregó el ejecutivo, que está a cargo de concluir con todos los detalles del contrato de las obras para tendrán epicentro en Belfast.
En declaraciones a Penguins News, la directora de Desarrollo y Servicios Comerciales del FIG, Becky Clark, destacó que dieron “un paso realmente significativo (…) antes de poder tener estas conversaciones detalladas, y son esas conversaciones detalladas las que nos permitirán llegar al punto en el que realmente podamos adjudicar un contrato de entrega.
“Con la instalación del muelle flotante estamos buscando una instalación más larga y es una solución que sabemos que funciona aquí y que funcionará durante una vida útil prevista de 50 años. Tenemos operadores y usuarios de la industria que son increíblemente expertos en el uso de una instalación de muelle flotante. Es una opción de menor riesgo y bajo costo y, dada la urgencia de reemplazar FIPASS, ahora que sabemos que la vida útil de las barcazas está llegando a su fin, parecía lo más sensato”, consignó.

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