
Con un tremendo poderío expuesto en el segundo tiempo, Sudáfrica goleó por 67-30 a Los Pumas por la quinta fecha del Rugby Championship en Durban. La Selección, que jugó de igual a igual el PT (23-25), dio ventajas en el complemento, que los locales no desaprovecharon. El próximo sábado, con la Selección local en Twickenham, Inglaterra, se cierra el torneo que los sudafricanos tienen a tiro de victoria.
Aunque así no comenzó el partido… Cada vez que se juega con Sudáfrica, los primeros minutos, sobre todo, son de bancar porque, especialmente de locales, los de verde son una tromba. Los Pumas, sólidos en defensa y prolijos con la pelota, plantearon un partido de igual a igual que llevaron adelante con los penales de Santiago Carreras contra los de Sacha Feinberg-Mngomezulu, por 9-6.
El primer try llegó con el primer ataque a fondo de Sudáfrica. Pese a una sólida defensa de Argentina, los sudafricanos, que la movieron de derecha a izquierda, pudieron llegar con la potencia de Etzebeth. Sin embargo, el árbitro cobró un penal anterior de Los Pumas. Luego, los Boks fueron al line y, a través del maul, apoyó Malcolm Marx. Feinberg-Mngomezulu estrelló la patada del gol en el palo, así que Sudáfrica ganaba 11-9.
Luego se produjo una jugada insólita. Cheslin Kolbe anuló en su ingoal y se la pasó a su apertura para que hiciera la salida, pero lo hizo de drop, por lo cual, Santiago Chocobares, que llegó primero a esa inofensiva bola, interpretó que el wing había hecho la salida y, con el resto de los jugadores parados, fue al ingoal y apoyó. Más allá de que el sudafricano explicó que se la había alcanzado a su compañero, como había sido de drop, se dio como salida, así que el try fue válido. Carreras sumó la conversión para el 16-11.
De inmediato, fueron Los Pumas los que se durmieron: Feinberg-Mngomezulu identificó que sobre la izquierda de la defensa argentina no había nadie e hizo la salida de mitad de cancha para ese lado, corrió y apoya. Insólito también para el 18-16.
La Selección cerraba el PT con penal, pero eligió ir al line (ya había perdido dos en esa misma posición de ataque). Esta vez con pelota ganada, de la hilera se armó el maul que Marx interrumpió metiéndose en el medio de la formación que se derrumbó en el ingoal. Como el hooker no se incorporó al maul detrás del último hombre, el australiano Angus Gardner dio try penal, o sea, 7 puntos directos para el 23-18 y la amarilla al forward.
Si bien ya habían pasado los 40, el juez no lo dio por terminado. Tras el try argentino, y con uno menos, los sudafricanos fueron decididos a atacar y, de tanto empujar y perforar, Feinberg-Mngomezulu se metió en la meta. Después embocó el gol para el 25-23 con el que los de verde se fueron arriba al descanso tras un PT cuyos últimos 10’ habían sido a todo vértigo.
Primero, una entrada de Du Toit aclaró el ataque local, para que le llegue la pelota, mansa, a Feinberg-Mngomezulu, que metió una asistencia con kick cruzado a Kolbe, quien a toda velocidad superó a Mallía para el try. El 10, sumó el gol y Sudáfrica, todavía con 14, estiró a 32-23.
En el ST, si algo le faltaba a Sudáfrica, equipo con gran poderío para no bajar la intensidad en ningún momento de los 80 minutos, apareció Feinberg-Mngomezulu para manejar el partido con pie, cabeza y destrezas individuales. Ya a los 2’ (todavía con 14 el local), metió un kick cruzado de lado a lado para habilitar a Cheslin Kolbe quien, lanzado, superó a Mallía para apoyar.
Unos minutos después, el 10 volvió a aparecer Tras un kick, Santiago Carreras, en los 22 metros, la agarró pero se le cayó, generando un knock on y luego un penal. Sudáfrica fue al line y no pudo entrar, hasta que Feinberg-Mngomezulu amagó pasarla y se metió él.
Y si bien Los Pumas reaccionaron con un try del ingresado Tomás Albornoz, los Springboks habían entrado en una intensidad y dinámica impresionantes, para dominar la pelota, no dejarle a Los Pumas mantenerse en juego (más allá de los errores propios) y, atacando de todos lados con el 10 manejando los hilos para sumar cuatro tries más ante el regocijo de su público que le encanta eso de oler sangre y seguir yendo para rematar al rival con un segundo tiempo que terminó 42-7.
Lo peor para el equipo, la lesión de Albornoz (isquiotibial izquierdo, pareció un desgarro) y la salida en camilla con cuello ortopédico de Gonchi García, que subió el pulgar derecho mientras salió, tratando de llevar calma para todos.