
El 15 de julio de 2024 un avión A4AR, cayó mientras desarrollaba ejercicios de adiestramiento en la V Brigada Aérea Villa Reynolds, San Luis. La tragedia terminó con la muerte del piloto, Mauro Javier Testa La Rosa.
El Capitán tenía 33 años, estaba casado y había sido promovido como Halcón en la Fuerza Aérea en enero de 2019. «Dogo», como le decían sus colegas y amigos, era jefe de Escuadrilla, instructor e inspector y contaba con una amplia experiencia en su especialidad.
Al conocerse la noticia, Luis Petri se solidarizó con la familia. La Fuerza Aérea dijo al momento del hecho que «la aeronave se precipitó a tierra y su piloto perdió la vida», pero desde entonces, la familia de Mauro pudo averiguar que no solo se trató de una falla técnica sino que existió negligencia y una clara falta de control.
LPO habló con Olga La Rosa, madre de Mauro, que con mucha determinación dijo que «el tubo de chorro no estaba en condiciones» y ese mismo avión había tenido problema en los talleres de Río Cuarto.
Para Olga, «los aviones A4AR están para ir a un museo». La familia está muy enojada con Luis Petri, el jefe del Estado Mayor Conjunto, el brigadier Xavier Isaac y todos los jefes militares superiores a los que apuntan por no investigar en detalle.
«Se lo dije al brigadier Isaac y se lo volvería a decir si lo tuviera en frente. El pretende, junto con otros mandos militares, que esos aviones vuelvan a volar. Yo le se los digo: si quieren que vuelvan a volar, que se suban ellos y salgan un mes seguido si son tan corajudos», afirma la madre. Esto tiene un punto, porque los aviones no vuelan hace 14 meses, desde el fallecimiento de Testa La Rosa.
El enojo y la indignación aumentó una vez que la familia accedió al informe técnico de la Junta de Accidentes que hace la Fuerza Aérea y confirma que el avión de Mauro no estaba en condiciones de volar.
Olga revela que «el informe explica, entre tantas cosas, que se soltó el tubo de chorro porque una brida no estaba ajustada. La rosca interna estaba mal, no ajustaba, era usada y de acuerdo al manual del avión cada vez que se saca una rosca o un tornillo se debe poner todo nuevo. Pero ellos lo seguían usando».
A su vez, afirma que «el torquímetro, aparato que ajusta con mucha presión, no tenía la fuerza suficiente para ajustar la brida que sostenía al tubo de chorro. No estaba calibrado».
La indignación de la familia con el jefe del Estado Mayor Conjunto es muy grande y le cuestionan de no invertir en los últimos cuatro años, siendo en el gobierno anterior, jefe de la Fuerza Aérea. «Estos aviones vienen de larga data. La corrupción mata y no invertir en las Fuerzas Armadas a lo largo de muchos años es como usar un Fiat 600 y salir a la ruta. Andas, pero es peligroso», afirma.
La denuncia de la madre es clara: «Mauro murió por negligencia y corrupción. Recibimos mensajes anónimos donde nos decían la presión que ejercían los superiores para que el avión salga, esté como esté. De Petri para abajo son todos responsables. El ministro de Defensa tiene que saber en qué condiciones están los aviones, los barcos y el material bélico para los artilleros. Tiene que saber todo».
«El vértice es Petri y debería haberse informado a través del Brigadier Isaac y el resto de los jefes militares para saber en qué condiciones está todo. Este no es el primer accidente que ocurre. En 2020, murió el Capitán Gonzalo Britos Venturini, de 35 años, en un accidente fuera de la V Brigada aérea. Hoy en día me pregunto, ¿fue culpable? Tengo mis dudas», agregó.