Fuerzas de seguridad avanzaron sobre manifestantes que ocuparon avenida frente al Congreso

En el lugar se encuentran movimientos de Derechos Humanos, de la cultura, estudiantes, sindicatos, asambleas barriales y partidos de izquierda. Inicialmente hubo un avance de gendarmes y policías sobre la multitud y se registraron choques.

Efectivos de Gendarmería, Prefectura y Policía Federal avanzaron en diversas ocasiones contra manifestantes de agrupaciones políticas de izquierda y de organizaciones sociales sobre la avenida Entre Ríos, frente al Congreso Nacional, con el objetivo de liberar la vía pública que habían ocupado como parte de la protesta contra los proyectos impulsados por el Gobierno.

El avance de los uniformados, incluso con caros hidrantes, se produjo en dos etapas en las últimas horas de la tarde, operativos en los cuales además hubo un detenido, un ciudadano chileno de unos 30 años, según informaron fuentes policiales.

Pese a las órdenes que recibieron las fuerzas de seguridad de desalojar las calles adyacentes al edificio parlamentario, en definitiva las arterias quedaron ocupadas tanto por los efectivos como por los manifestantes.

Inicialmente hubo un avance de gendarmes y policías sobre la multitud y se registraron choques entre ambos sectores en la pugna por los espacios, pero luego los ánimos se calmaron en medio de la movilización que se sostenía en una tarde donde la temperatura superaba los 35 grados.

Los manifestantes denunciaron ante la prensa haber recibido «palazos» y «gases» por parte de las fuerzas de seguridad que intentaban cumplir con el protocolo antipiquete dispuesto por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich.

Pero poco después, con la llegada de los prefectos, se reavivó la tensión y hubo un nuevo enfrentamiento en el que el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, cayó y estuvo inerte en el asfalto durante varios minutos, hasta que se recuperó. El dirigente denunció que «Prefectura reprimió. Me arrastraron, me golpearon. Estábamos sentados en el piso con varios compañeros. Nos sentamos para mostrar que era pacífico. A mí me pegaron patadas en la espalda, y me dejaron sin aire», dijo a la prensa luego de reincorporarse.

Además, el dirigente pidió un nuevo paro, como el realizado la semana pasada por la CGT, para oponerse a las políticas del Gobierno nacional.

La diputada del FIT Myriam Bregman, al enterarse del accionar de las fuerzas de seguridad, salió del recinto y se acercó a la protesta para señalar ante las cámaras de televisión que «Patricia Bullrich está montando un show para justificar la ley. Lo quieren tapar con esto».

«Es lamentable que tantos sectores se presten a este mamarracho de Bullrich, provocar y provocar. Montó una provocación afuera», apuntó Bregman, y añadió que la ministra «quiere ver palos, sangre y represión».

La diputada de izquierda cuestionó el protocolo antipiquete al afirmar que «el Gobierno quiere romperle la cabeza y el bolsillo a la gente».

«¿Esto es ser dialoguista? Esto es ser cómplice. Una manifestación tranquila, miren en lo que la han convertido. Tenían la confirmación de que iba a venir mucha más gente», señaló.

Entre los participantes de la protesta, en su mayoría militantes del Polo Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el MTR Teresa Vive y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), se encontraban Celeste Fierro y Patricio Del Corro, legisladores porteños del FIT-U.

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