Falleció el periodista argentino Mauro Viale, internado por COVID-19

Viale tuvo fiebre y empezó a mostrar otros síntomas propios de la Covid-19, por lo que el sábado fue alojado en una clínica del barrio porteño de Palermo. Había recibido la primera dosis de la vacuna Sinopharm el último jueves.
Un paro cardíaco terminó imprevistamente el domingo por la noche con la vida del periodista y relator deportivo Mauro Viale, de 73 años, una de las figuras de los medios audiovisuales argentinos desde hace más de medio siglo, quien estaba internado desde este sábado por una neumonía bilateral generada por coronavirus.
El periodista, cuyo verdadero nombre era Mauricio Goldfarb, se encontraba en el porteño Sanatorio Los Arcos y había recibido la primera dosis de la vacuna Sinopharm el último jueves.
De acuerdo a lo informado por la señal de cable A 24, donde encabezaba distintos ciclos de actualidad, tuvo fiebre y empezó a mostrar otros síntomas propios de la Covid-19, por lo que fue alojado en la clínica del barrio porteño de Palermo.
Pese a detectársele una neumonía bilateral y haber permanecido en la sala de terapia intensiva durante el sábado, en la tarde del domingo había sido devuelto a una sala común, aunque sus pulmones seguían comprometidos.
«Te vas a poner bien porque sos un toro. Gracias por los mensajes de amor y fuerza. Los necesitamos mucho», posteó entonces en redes sociales Jonatan Viale, quien heredó la profesión de su padre.
La trayectoria de Viale reconoció no pocos hitos mediáticos, primero como la voz del fútbol argentino a nivel local (desde 1977 y siendo el relator principal del staff de “Fútbol de Primera” entre agosto de 1985 y junio de 1989 en la pantalla de la TV estatal) y también narrando los partidos de la Selección en los Mundiales.
En esa faceta mostró un estilo sobrio y tranquilo aunque participó de ciertos pasajes ligados al show televisivo en relación al fútbol como, por ejemplo, cuando pregunta “¿Quién mueve?” y el futbolista de turno respondía “muevo yo, Mauro”.
Con la mudanza de “Fútbol de Primera” del 7 al 9, también Viale mudó del deporte a la actualidad general tomando parte en los noticieros del entonces ATC (tal la denominación del canal público) «Buenas noches país» (1989) y «Dos horas» (1990), y entre 1991 y 1996 comandó “La mañana”, único que se transmitía en vivo en ese horario en la TV de aire.
Además, su estilo capaz de combinar el olfato periodístico con cierto gusto por el escándalo y casos policiales para cuyo tratamiento incluía dramatizaciones, lo volcó en otros programas vespertinos similares: “Anochecer con Mauro Viale” (1993 y 1995) y “La tarde con Mauro Viale» (1994).
Esa tendencia la profundizó desde agosto de 1996 con «Mediodía con Mauro», que al año siguiente pasó de ATC a América y que devino en un “talk show”, formato que por esos años empezaba a asomar y donde cada entrega deparaba una disputa entre los invitados.
En esos espacios se jugó profusamente en torno a la causa de narcotráfico que involucró a Guillermo Coppola, por entonces mánager de Diego Maradona y le dio profusa visibilidad a los personajes involucrados en ella. También de su mano se hizo conocido mediáticamente el empresario Jacobo Winograd.
Entre América y ATC, el derrotero de ciclos propios bajó un poco el nivel de exposición con «Impacto a las 7» y en su vuelta a la señal estatal encabezó «Despertate con Mauro Viale» a la mañana; «Cámaras», a la tarde «Detrás de la historia», este último con libretos de Hugo Moser, y a la noche «Polémica en el fútbol», pero su estancia allí se terminó con el final del menemismo.
Pero esa aparente calma no duró demasiado y pivoteando ahora entre América y Canal 9 (a cargo del empresario de medios Daniel Hadad), marcó su impronta en “Impacto a las 12”, “Indomables”, “Implacables” y “Fiebre de Mauro por la Noche”, espacios donde protagonizó una pelea en vivo con el empresario de la carne Alberto Samid (en enero de 2002) y una supuesta charla con uno de los secuestradores del padre de Pablo Echarri (en septiembre del mismo año).
Durante la primera década del nuevo siglo y afincado exclusivamente en América, estuvo al frente de “El Diario de la Tarde”, “Mauro de Remate” y “Edición Extra: Deportes”, -además animó “Historias Impactantes” (entre 2006 y 2010 en Canal 26) y “Los Especiales de Mauro Viale”.
Ahora compartiendo espacios entre las dos emisoras de América, la de aire y la de cable A 24, se puso al hombro “Político” (2010-2013), “Mauro Viale 120” (2011), “Mauro 360” (en dúplex en 2012-2013), “Mauro, la Pura Verdad” (2013) “A24 a las 18” (2014-2018) y dos espacios en los que continuaba hasta el presente: “Polémica en el bar” (en América desde 2017) y “Más que noticias” (en A24 desde 2019).
La notable capacidad de trabajo de Viale también le permitió incursionar en medios gráficos, radiales y de internet, entre ellos, la gerencia de noticias y un ciclo matinal en Radio Rivadavia, “La era de los Mauricios” (desde 2016 por Radio Splendid) y se encargaba del la sección «Capote: Periodismo novelado» en el portal de noticias Infoexclusivo.com.ar.

El último adiós de la familia

Los restos de Mauro Viale fueron trasladados al cementerio de La Tablada este lunes al mediodía en un cortejo fúnebre acotado, al que solo pudo asistir parte de su familia, ya que quienes habían estado con el periodista en los días previos a su internación deberán permanecer aislados por haber sido contacto estrecho, hasta que se determine si tienen COVID-19.
Por esa razón, del cortejo solo pudieron participar su hijo, el también periodista Jonatan Viale, y su esposa Micaela. Ivana Viale había estado con su papá en la noche del viernes, cuando el conductor comenzó con los primeros síntomas de la enfermedad, y debido a esa circunstancia tuvo que aislarse para evitar la propagación del virus, en caso de tenerlo. Lo mismo ocurre con su marido, quien es productor del programa que Mauro tenía en América, y también estuvo en contacto con él en las últimas horas.
Leonor Schwadron, la esposa de Mauro, quien estuvo a su lado durante casi medio siglo, tampoco pudo darle el último adiós en el cementerio. Ni siquiera estuvo a su lado en los días en los cuales Viale permaneció en el Sanatorio Los Arcos. Lo mismo ocurrió con otros integrantes del ciclo periodístico, impedidos de acercar sus condolencias al querido conductor.
Mauro y su mujer, quien solía acompañarlo como psicóloga en varios de sus programas, se conocieron cuando tenían 18 años. Juntos crecieron, se convirtieron en padres y luego en abuelos de cuatro nietos (dos hijos de Ivana y dos de Jonatan).
“Ella es muy amada en la familia”, suele enaltecerla Jony, hablando de quien ha mantenido un perfil bajo a lo largo de cinco décadas pese a la popularidad de su marido y las apariciones televisivas propias. Leonor logró construir un hogar –en el departamento de Palermo que habitaron por años– pese a la pasión que Viale le dedicó al trabajo: su esposo era un workaholic –como lo definía Jonatan– y ella conseguía que equilibrara la balanza, que encontrara con sus nietos el tiempo de calidad que, tal vez, no les había brindado a sus hijos.
Mauro falleció el domingo en el Sanatorio de los Arcos, donde estaba internado desde el sábado, tras presentar el viernes por la noche síntomas compatibles con coronavirus. El conductor había recibido el jueves la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19; es por eso que apenas comenzó a sentirse mal, relacionó su malestar con las consecuencias de la vacuna.

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